Publicado el 15 de Marzo de 2017 a las 10:14 horas
El esperado estreno de "Ushuaia" ya en el Teatro Español
“¿Crees que puedo elegir recordar? ¿Que tú estarías aquí, conmigo, cada noche, cada hora, si yo fuera el dueño de mis recuerdos?”. Tras el éxito de “La piedra oscura”, Alberto Conejero nos lleva a Ushuaia, un lugar remoto en el que la memoria se llena de fantasmas, de voces y arañados discos de pizarra, y el presente es sólo un recuerdo. Julián Fuentes Reta –“Demonios”, “Cuando deje de llover”– dirige la onírica puesta en escena de este bello texto que dicen sobre las tablas José Coronado, Ángela Villar, Olivia Delcán y Daniel Jumillas. Se trata de la primera producción –junto a “Furiosa Escandinavia” de Antonio Rojano– del Teatro Español desde que tomó la dirección Carme Portaceli. Se estrena mañana jueves 16 de marzo.
“ASÍ FUE COMO el salón se llenó de raíces. Saltaron los goznes de las ventanas, se agrietaron las paredes, se abrieron los techos bajo el cielo”.
USHUAIA, LA CIUDAD más austral del mundo. Mateo vive recluido en el corazón del bosque. Allí custodia las reliquias de una historia de amor imposible, pero su vida solitaria se quiebra cuando, por culpa de una incipiente ceguera, contrata a Nina... La joven también esconde secretos y la casa se convierte en el tablero de un juego de identidades donde se confunden presente y pasado, necesidad y deseo, realidad y ensueño...
“Es una obra de intriga y tiene un componente de misterio. Una referencia puede ser “Twin Peaks”... Es la historia de un hombre que tiene algo que ocultar y de cómo acaba volviendo a él. Mateo es el motor de la obra y la obra es un viaje a su interior”, nos cuenta Julián Fuentes Reta, director de este montaje que pone en escena el hermoso texto, sutil y lleno de aristas, de Alberto Conejero. Él añade: “Todos estamos aquí para ser testigos de la historia de otro, para que otros puedan entenderse en nosotros. “Ushuaia” habla de la necesidad de confesar algunos fantasmas para poder ser libres; de cómo necesitamos perdernos para encontrarnos y, pese a todo, cuenta la historia de un hombre bueno, de un reservorio de bondad aún en los tiempos más oscuros”.
Da igual dónde estés...
“No puedes huir de ti mismo”.
Con la Salónica ocupada por los nazis y los glaciares del confín del mundo como escenarios, los recuerdos y las presencias vivas, Conejero, que plaga su texto con reminiscencias de Lorca, Homero, “Moby Dick” y el “Apocalipsis”, pinta a cuatro personajes –José Coronado, Ángela Villar, Olivia Delcán y Daniel Jumillas– que sólo existen en función de los otros. A través de su amor y su dolor, hablan de la conciencia, de la culpa y de la redención del amor.
“Es una historia sobre la redención, un objeto escénico maravilloso que mete el dedo en la llaga de la memoria y de la identi-dad, en la capacidad que tenemos para perdonar y recordar”, dice el director, y añade: “Aplicando los mismos parámetros de la investigación de la memoria y los ajustes de cuentas, la necesidad de saber qué ha pasado en el pasado para poder vivir el presente, con “Ushuaia” Alberto ha despegado hacia un entorno más onírico, más ensoñado. La propuesta va a sorprender”.
Un mundo onírico
“Desde esta noche alguien sabrá quién eres, quiénes fuimos. Ella guardará nuestra historia. Han sido demasiadas palabras. Ahora podrás olvidarlas”.
Apoyados en cuatro grandes actores, una escenografía muy potente e interesantes recursos audiovisuales, el trabajo del autor y del director ha consistido en ir levantando capas. El teatro permite explorar más mundos aparte del real y “Ushuaia”, Premio Ricardo López Aranda 2013, no deja de ser una exploración profunda, una manera de abrir –abrirnos– en canal la relación que tenemos con la memoria, con nosotros mismos y con momentos importantes, en lo bueno y en lo malo, de nuestra vida...
“En el fondo, Alberto ha construido una fábula muy sencilla. No es una obra trucu-lenta, es muy bonita, muy de corazón, muy abierta. Y esperamos que esa sencillez que se abre a través de lo poético pueda hacer reflexionar a la gente sobre la posibilidad de cambiar”, finaliza Fuentes Reta.
“Se trata de que todo empiece para que pueda terminar”.
