Publicado el 24 de Junio de 2019 a las 18:58 horas
El Teatro de la Zarzuela cierra la temporada con "Zarzuela en danza"
El Teatro de la Zarzuela pone el broche final a la temporada con "Zarzuela en danza". En 2017 la directora y coreógrafa Nuria Castejón, el dramaturgo Álvaro Tato y el maestro Arturo Díez-Boscovich soñaron para los proyectos didácticos del teatroesta historia bailable a través de nuestro género lírico.
Un espectáculo coreográfico con músicas extraídas de piezas de Barbieri, Chapí, Chueca, Bretón, Giménez y otros maestros de la zarzuela al que ahora dan una vuelta de tuerca para que lo pongan en escena una docena de grandes bailarines acompañados de la guitarra y el cajón flamencos de David Durán y Lucas Carmona y las voces de la mezzosoprano Ana Cristina Marco, el barítono Germán Olvera y el tenor Néstor Losán.
Podremos disfrutar de este magnífica propuesta del 25 de junio al 7 de julio.
Bailarina, coreógrafa, nacida en una familia de larga tradición teatral, miembro de las compañías más prestigiosas de danza española y flamenco, el Ballet Nacional de España, la Compañía Antonio Gades... Una imagina a Nuria Castejón, cuya primera “Doña Francisquita” la hizo con cinco años de la mano de su madre embarazada, que interpretaba a Irene, la de Pinto, buscando y rebuscando emocionada entre “todas esas vivencias que vas echando en una mochilita en la espalda”.
Y de ahí salen “La meiga”, que bailó con el BNE, “El barberillo de Lavapiés”, “La leyenda del beso”, “La verbena de La Paloma”, “La Revoltosa”, “El baile de Luis Alonso”... Y de entre todos esos títulos que tan bien conoce ha rescatado sus principales piezas dancísticas para componer este espectáculo, libre de prejuicios, polvo y caspa, que reivindica, reinterpreta y revive una de las grandes raíces de la cultura española.
Toda una aventura...
“Es un viaje en muchos sentidos, un viaje a través de la geografía española, de la zarzuela, a través de los diferentes estilos de danza que se pueden utilizar en ella... Para mí es un canto de amor a mi familia, a mis orígenes, que son la zarzuela, a través de lo que soy yo, bailarina”, nos cuenta Nuria.
Ella fue la encargada de soñar un mágico espectáculo protagonizado por un bailarín que tiene un sueño recurrente: persigue a una sombra misteriosa que encarna a la misma Zarzuela. Y la pluma siempre certera y llena de imaginación y talento de Álvaro Tato puso palabras a ese sueño.
“Los espectadores acompañamos la búsqueda del bailarín. Todo está resuelto con gran sencillez y acierto escénico por parte de Nuria: espíritu de síntesis, transformaciones ingeniosas y juegos escénicos para que los cuerpos en movimiento sean los grandes protagonistas. Se trata de una trama sencilla, una historia de amor y pasión en prosa y en verso, hablada, cantada pero sobre todo bailada, que nos permite recorrer juntos el legado de una época y un arte tan popular”, nos cuenta el dramaturgo.
Los bailarines Carmen Angulo, Cristina Arias, Xavi Benaque, Celeste Cerezo, Mari Ángeles Fernández, Alberto Ferre-ro, Francis Guerrero, María López, Dani Morillo, Cristian Sandoval, Luis Romero y Silvia Piñar y los cantantes Ana Cristina Marco, Germán Olvera y Néstor Losán acompañados de la guitarra y el cajón flamencos de David Durán y Lucas Carmona y la Orquesta de la Comunidad de Madrid comandada por el maestro Arturo Díez-Boscovich nos harán viajar a través de los siglos por corralas de vecinos castizos y caminos de gitanos errantes, por patios y callejuelas, prisiones y alfombras voladoras, por fantasías celestes y playas caribeñas…
Y como la protagonista es la danza, se sube a escena lo más auténtico: escuela bolera, danza española, flamenco, jota... incluso danza moderna y contemporánea.
Y por si todo esto fuese poco, esta vez “se incluyen tres piezas nuevas: la jota de “Gigantes y cabezudos”, el dúo “Ya te vi” de “La reina mora”, que es muy bonito, y el “Adiós, Granada”, de la zarzuela “Los emigrantes”, que lo canta el tenor y a la vez lo está bailando un solista”, nos desvela Nuria.
En definitiva una oportunidad única de disfrutar de lo más nuestro, nuestra danza y nuestra zarzuela, únicas en el mundo, a través de “un sueño colectivo: un espectáculo divertido, tierno, tragicómico, que conmueva y nos haga vivir juntos el puro placer de la danza”, finaliza Tato.