Publicado el 16 de Febrero de 2021 a las 10:18 horas
La CNTC estrena "El príncipe constante" de Calderón con Xavier Albertí y Lluís Homar
En 1804, en una carta a Schiller, Goethe llegó a decir que si toda la poesía del mundo desapareciera, sería posible reconstruirla sobre la base de “El príncipe constante”. Xavier Albertí dirige una de las grandes obras maestras de Calderón, "El príncipe constante", una pieza que no es habitual en los escenarios a pesar de ser un auténtico canto a la libertad de cada persona, defendida hasta sus últimas consecuencias. Lluís Homar encabeza un espectacular reparto compuesto por 14 actores y 4 músicos que nos acercarán una obra de grandes y desaforadas pasiones, pero también de hondas convicciones y sacrificios. A partir del 17 de febrero en el Teatro de la Comedia.
“ME GUSTA SENTIR que estamos aportando nuestro granito de arena para seguir poniendo a Calderón en el sitio que le corresponde. Sin que los otros autores áureos o de otros siglos se sientan ofendidos, creo que Calderón es nuestro más grande autor de todos los tiempos”, afirma Lluís Homar, alter ego del protagonista, Fernando.
Y continúa: “Esta obra, muy poco representada, tiene un valor de lo espiritual en un sentido universal y esto es lo importante, espiritualidad y universalidad. Esta obra es patrimonio de la humanidad”.
Un canto a la libertad
En 1415 Portugal arrebató Ceuta a los musulmanes. Años después, en 1437, don Enrique y don Fernando decidieron asaltar la ciudad marroquí de Tánger, pero cayeron derrotados y fueron encarcelados.
A partir de estos hechos, Calderón nos cuenta las penurias que padeció el príncipe Fernando durante su cautiverio. El rey marroquí quiso intercambiar su vida por la devolución de Ceuta, pero el infante se negó por el agravio que ello conllevaría para todas las almas allí convertidas a la fe cristiana.
““El príncipe constante” ha sido siempre usada en grandes momentos de conflictos históricos para hablar de la tensión entre el poder del Estado y el poder individual. Es un profundo alegato a la libertad, al recorrido de la libertad individual”, nos cuenta el director Xavier Albertí.
Albert Arribas, dramaturgista de esta pieza, apunta:
“Es una obra sobre la renuncia a las glorias del mundo, sobre la posibilidad –¿exclusiva?– de encontrar la felicidad en la libertad del ‘perdedor’. Con una coletilla sobre la instrumentalización de las víctimas, tan a menudo convertidas en bandera diabólica para el beneficio de los detentores de los poderes mundanales”.
Junto a Lluís Homar, pueblan la escena los actores Jonás Alonso, Íñigo Álvarez de Lara, Beatriz Argüello, Rafa Castejón, José Cobertera, Lara Grube, Álvaro de Juan, Marina Mulet, Arturo Querejeta, José Juan Rodríguez, Egoitz Sánchez, José Juan Sevilla y Jorge Varandela y lo hacen acompañados del Cuarteto Bauhaus: Irene Celestino, Isabel Juárez, Jorge Llamas y Alfonso Nieves para dar cuerpo y alma a una obra de grandes y desaforadas pasiones, pero también de hondas convicciones y sacrificios.
“Hemos querido respetar al máximo el texto original, conscientes de que querer enmendarle la página a Calderón podría ser un poco ridículo si ignoráramos las sutiles ambivalencias que subyacen en sus discursos y que convierten en filosofía compleja lo que a priori podría parecer dogma católico”, explica Arribas.
Y todo ello a través de “un montaje muy esencial, que nada distraiga, que nos haga sentir que esa palabra, esa poesía, nos habla hoy y aquí. Solo los actores dando vida a los versos de Calderón”, finaliza Homar.
