Publicado el 23 de Enero de 2020 a las 10:03 horas
La Zarzuela estrena "Cecilia Valdés", su primera obra cubana
El Teatro de la Zarzuela arranca el año con el estreno de "Cecilia Valdés", una producción cuyo sabor y acento nos lleva hasta la mismísima Habana. Una nueva adaptación, que veremos a partir de mañana, en forma de comedia lírica en un prólogo y dos actos de la famosa obra de Cirilo Villaverde, quizás la novela más importante del siglo XIX en el país caribeño, que el músico, compositor y director Gonzalo Roig convirtió en zarzuela.
Será la primera vez que suene en este escenario esta “Cecilia Valdés” que se convierte, además, en la primera obra cubana que se sube a estas tablas. Lo hace con un elenco de artistas cubanos y españoles dirigidos por Carlos Wagner. En el reparto, nombres de altura Elizabeth Caballero / Elaine Álvarez en el rol protagonista, Martín Nusspaumer / Enrique Ferrer, Homero Pérez-Miranda / Eleomar Cuello, Linda Mirabal, Cristina Faus y Yusniel Estrada.
LA HABANA. FINAL DE los años 50. Final de la época capitalista en Cuba, justo antes de la revolución que marcaría el futuro de la isla. En este contexto surge el romance entre la bella criolla Cecilia y Leonardo, hijo del rico español Don Cándido Gamboa.
Una historia trágica al desvelarse que ambos son hermanastros sin saberlo –ella es hija ilegítima de Don Cándido– que termina teñida de sangre cuando entra en escena el mulato José Dolores Pimienta, enamorado de la joven pese a su rechazo...
“Es una historia de amor trágica en el contexto de las desigualdades sociales de una sociedad colonialista en Cuba”, nos cuenta Carlos Wagner, responsable de la puesta en escena de esta obra del músico, compositor y director musical Gonzalo Roig.
Y continúa: “Por un lado, la obra tiene un lado muy divertido y entrañable. Las fiestas y también la vida cotidiana, tanto de la clase alta como la de la gente humilde, en La Habana. Pero, por otro lado, también abarca temas más serios, como la frivolidad del machismo de clase alta representada por Leonardo y su padre, del que las mujeres, y en este caso una mujer mestiza, son las víctimas. Además, la extraña y ambivalente actitud del criollo al tema de la raza y en nuestro caso también al de la esclavitud”.
Cuba, tierra de zarzuelas
“Para triunfar en América hay que pasar por La Habana”.
Al parecer, esta frase se hizo muy popular puesto que durante el siglo XIX la ciudad cubana fue la más importante de toda América Latina en lo que a actividad zarzuelística se refiere. Y entre todas las obras esta “Cecilia Valdés” que ahora llega por primera vez al Teatro de la Zarzuela es su ejemplo más representativo.
“Lo que más me emociona de esta obra es, sin duda, la música. Sobre todo, los números con claras referen-cias a la tradición afro-cubana. “El coro de esclavos” y el “Po po po”, por ejemplo, son números increíbles que sitúan la obra claramente en Cuba y que no se podrán oír en ninguna otra Zarzuela. Por lo menos no en una compuesta por un compositor español”, afirma Wagner.
El director, nacido y criado en Caracas y formado en la Guildhall School of Music and Drama en Londres, ha trasladado la obra de 1830 a finales de los años 50 para acercarla al público de hoy.
Sobre las tablas, la escenografía de Rifail Ajdarpasic, la iluminación de Fabrice Kebour, el vestuario de Christophe Ouvrard y las coreografías de Nuria Castejón nos transportan a un ambiente tropical y latino, a las fiestas callejeras y a las más glamurosas de la alta sociedad.
Y al compás que marca la batuta del maestro Óliver Díaz, un elenco de auténtico lujo compuesto por artistas cubanos y españoles –Elizabeth Caballero / Elaine Álvarez, Martín Nusspaumer / Enrique Ferrer, Homero Pérez-Miranda / Eleomar Cuello, Linda Mirabal, Cristina Faus y Yusniel Estrada– nos invitan a no perdernos “una obra con una música muy poco común en la Zarzuela: música latinoamericana. Con un ritmo seductor y una poesía melancólica, apasionada y llena de drama. Y una historia conmovedora de personajes muy reales y entrañables. Un drama que, aunque ambientado en los años 1830 es igualmente válido en 1950 o en 2020, porque habla de todos los grandes temas que rigen nuestras vidas”, finaliza Carlos Wagner.
