Publicado el 09 de Diciembre de 2019 a las 10:30 horas
Miguel del Arco dirige un Calderón muy gamberro para La Joven CNTC
Miguel del Arco dirige un Calderón muy gamberro, "La señora y la criada", para La Joven CNTC. Una luminosa comedia de plagada de enredos, confusiones, padres que quieren casar a sus hijos con quienes ellos no quieren, criados espabilados y otros medio tontos… que podremos ver a partir del 10 de diciembre.
Dice del Arco, uno de los hombres de teatro más brillantes de la actualidad, que es un honor que Helena Pimenta lo haya llamado para dirigir un espectáculo en su última temporada al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y una alegría que la compañía que dirige sea La Joven CNTC.
DIANA Y CROTALDO están enamorados, pero, como tantas veces pasa, ser hijos de los duques de Mantua y de Parma respectivamente no se lo está poniendo fácil, ya que las desavenencias políticas de sus padres hacen imposible su amor...
Una comedia palatina
Así arranca esta comedia palatina cuyo enredo de amor y de celos llega propiciado por un lujoso vestido que pertenece a Diana, pero que lleva puesto la rústica Gileta. La confusión entre señora y criada está servida y da pie a “un enredo casi vodevilesco que Calderón sitúa en Italia seguramente para permitirse algunas cosas que aquí no se hubiera podido permitir”, nos cuenta Miguel del Arco, director de esta propuesta que pone en escena La Joven CNTC.
“Son un grupo estupendo que ha trabajado con enorme rigor y entusiasmo. Tienen muchas horas de vuelo y eso se nota a la hora de trabajar con el verso”, apostilla.
El amor es, por tanto, el tema que sobrevuela esta obra, una, dicen, refundición, con no demasiadas variantes, de otra comedia calderoniana, “El acaso y el error”.
“Este Calderón es tan juguetón que incluso se autoparodia”, nos cuenta del Arco, y continúa: “Hay fragmentos de enorme belleza y otros muy divertidos. Bien es cierto que la versión que firma Julio Escalada ha contribuido a la claridad y la comedia potenciando las partes más lúdicas”.
El propio Escalada afirma:
“Se ha querido potenciar la parte desenfadada, incluso gamberra, del texto calderoniano; para lo cual se han hiperbolizado algunas señas de identidad de lo que se entiende por ‘lo italiano’, llevándolas en ocasiones más allá de sí mismas: el peso de la música, los desgarros emocionales, el petrarquismo o las negociaciones últimas y acordadas que hacen posible que la sociedad italiana subsista, persista y progrese alejada de lances patéticos”.
Mariano Estudillo, Aisa Pérez, Pau Quero, Alba Recondo, Víctor Sáinz, Irene Serrano, José Luis Verguizas, José Cobertera, José Luis Martínez, Anna Maruny y Alejandro Pau son los encargados de poner voz, alma y cuerpo a una propuesta ambientada en los años 50 y 60 del siglo XX, a través de cuya escenografía, firmada por Amaya Cortaire, sencilla pero llena de recursos creativos, se componen los cuatro lugares diferentes donde se desarrolla la acción.
La música de Arnau Vilá y el diseño de sonido de Sandra Vicente contribuyen a situar la acción en una Italia donde, según el director, “el más exquisito refinamiento se enlaza sin prejuicios con los ritmos más populares”.
Ya saben, “galanes encendidos de amor; damas no menos ardientes y tremendamente ingeniosas, auténticas estrategas de la simulación; criados astutos y osados; mayordomos devotos hasta el ridículo; nobles padres fanáticos pero posibilistas… participan de un reparto de voces tan coral como individualizado a los que Calderón utilizará en ocasiones para rendirse homenaje a sí mismo parodiando aspectos de sus obras ‘serias’”, finaliza Escalada.
