Revista teatros

 Lleva tres décadas sobre los escenarios protagonizando títulos como “Una odisea antillana”, “Amar en tiempos revueltos” o “Transición”. Una trayectoria teatral que Antonio Valero ha sabido acompañar de una prolífica y exitosa carrera tanto en cine –”El color de las nubes”, “Adosados”– como en televisión –”El comisario”, “Médico de familia”–.

¿Dalí o Picasso?

Picasso, siempre de Picasso. Vi por primera vez el “Guernica” en el MOMA de Nueva York y me produjo una taquicardia de emociones. A partir de entonces, siempre ha sido el mejor, el único.

¿Cómo es el Pablo Picasso que ha pintado Arrabal y su visión de Dalí?

De Picasso “como un chicharrón alzafuelles tan encogido como servil”. De Dalí como un místico confuso de inteligencia excepcional.

Cuando Pérez de la Fuente le manda el texto y lo lee. ¿Qué pasa por la cabeza de Antonio Valero?

Perplejidad. Me intrigó el mal trato que da el autor a Picasso. Es una obra complicada a nivel de estructura dramática. Interpretativamente compleja en cuanto a línea de personaje, ya que está basado en personajes reales, ubicados en el espacio de los sueños.

Y si le digo Arrabal...

Prejuicio. Un creador excepcional del que se habla sin conocer su obra.

Picasso y Dalí en el París de 1937… ¿Por qué dicen que Arrabal ha escrito una obra polémica?

Porque invita a vivir una experiencia de sensaciones, de perplejidad, de desmitificación, de desconcierto, de sorpresas, de giros dramáticos locos. Es como una especie de Happening pasivo para el espectador.

Grandes amigos y grandes enemigos. ¿Es posible otra relación entre dos genios contemporáneos?

Siendo muy atrevido diría que es una metáfora de las dos Españas.

¿Quiénes serían hoy Dalí y Picasso? ¿Messi y Cristiano Ronaldo?

No los hay y su comparación delata el estado de confusión en el que vivimos.

Arrabal ha dicho que él ya no es español, sino del exilio, “un fenómeno que es nuevo, actual, pero de siempre”. ¿Qué ha hecho tan mal este país para que Arrabal no quiera volver a España o que nuestros jóvenes se marchen?

Supongo que el exilio actual de Arrabal es más intelectual que por necesidad. El de nuestros jóvenes es mas por haber traicionado los valores básicos que conforman la democracia, en un estado de excepción, en donde el dinero, la corrupción, la injusticia, la insolidaridad, e incultura, conforman ya nuestra manera de ser.

Y a usted, ¿qué le ha dado el teatro?

La base, la raíz en la que se sustenta todo.

Ha dedicado más de tres décadas a este oficio. ¿Han merecido la pena cada uno de los pasos que ha dado o tiene alguna espinita?

A estas alturas no voy a ponerme tiquismiquis, alguna espinita debe haber, pero prefiero ver el final del tallo que son las rosas olorosas. Todavía pienso que queda mucho bueno por hacer.

Preséntenos a Roger Coma.

No puedo imaginar a otro actor interpretando a Dalí. Como colega es ideal por su compromiso, talento y verdad en la sala de ensayos y en el escenario.