Revista teatros

¿Qué podemos esperar de “Más apellidos vascos”?

Una hora y media de diversión en la línea de la película, pero con nuevas historias y el mismo tema: la relación de encuentro-desencuentro entre vascos y andaluces.

Háblenos de su personaje...

No interpreto uno solo sino varios, como el resto de mis compañeros, en ocasiones haciendo de vasco, otras de andaluz y de catalán también.

¿Qué le atrajo de este proyecto y qué resultado espera del mismo?

Me atrajo el guion, la productora, el director y mis compañeros. ¡Espero que el resultado sea parecido al de la película, pero en versión teatral!

¿Alguna anécdota vivida en los ensayos?

Cuando decimos alguna palabra en euskera y la decimos mal, cosa habitual por otra parte (risas).

Uno de los momentos más gratificantes vividos en teatro en los últimos años de su carrera ha sido...

Hace cuatro años, cuando se me acercó una señora por la calle y me felicitó por una obra que yo estaba interpretando y que había visto el día antes. Me dijo que se había reído muchísimo, que tenía cáncer y que hacía tres años que no se reía ni una sola vez. Fue emocionante.

¿Qué mensaje le mandaría al entorno teatral de actores y empresarios?

Que colaboren y que sean valientes.