Publicado el 28 de Abril de 2016
Carlos Latre
Obra: 15 años no es nada
Me enamoré hace muchos años de las tablas y ahora creo que ha llegado el momento del matrimonio, ¿no? (risas)
Finales de 1999. Un jovencísimo Carlos Latre irrumpe en el late night más famoso de la TV –“Crónicas marcianas”– y deja al público boquiabierto con su derroche de frescura, desparpajo y más de 100 imitaciones desternillantes. Hoy, la indiscutible trayectoria de este cómico, imitador, dobla-dor, actor, jurado, colaborador, productor y presentador de programas de TV y radio hace una nueva parada en Madrid con su último espectáculo, el mismo que incluye más de 150 voces en 90 minutos de carcajadas sin respiro. Por ANY POP
¿Cómo definiría, en una sola frase, este nuevo espectáculo?
Show. Espectáculo puro. Diversión. Luz, color, coreografías, ¡Latre 100%! Es el montaje más completo que he hecho hasta la fecha, el más contemporáneo y multidisciplinar.
Durante su anterior gira nacional, provocó risas en más de 350.000 espectadores. ¿Cuál fue el mayor acierto de ese show?
Que se trata de un show sin preten-siones, destinado a hacer pasar un buen rato, revivir buenos momentos juntos y ofrecer partes y aspectos de mí que, quizás, el público no conocía hasta ahora. Me gusta ver a la gente cuando se marcha del teatro, feliz por haber olvidado problemas y dificultades de la vida diaria. Ese es mi mayor premio.
¿Cuáles van a ser los aspectos más novedosos de “15 años no es nada”?
Los que la actualidad mande. Ahora que llegamos a Madrid, aún no tenemos gobierno. Si finalmente logramos tenerlo, estará en el show, por descontado. Recuerdo el día que estrenamos en Barcelona, en 2014. Estaba todo listo y a las 10h se hizo pública la abdicación del Rey... ¡el equipo entró en pánico! (risas) Esa misma noche el show incluía un gag sobre la abdicación con atrezzo, actualidad al minuto y gran éxito entre el público. Eso es lo trepidante del show, lo que más me gusta.
El momento del que más disfruta interpretando es ese en el que…
Hay varios muy especiales. Me gusta por ejemplo el recuerdo que hago de progra-mas y series míticas que marcaron mi infancia como el “Un, dos, tres…”. Chicho Ibáñez Serrador ha sido muy importante para mí. Él se dirigió a Xavier Sardà cuando estaba en “Crónicas Marcianas” hablándole de mí, comentándole lo que opinaba de mi trabajo. Se me quedó grabado en el corazón… Muchos años después he podido conocerlo, disfrutar de su talento e incluso contar con él en el estreno del show el año pasado en Madrid. Fue maravilloso. Me emocionó.
Para muchos, Latre es el mejor one-man-show del país. ¿Qué tres artistas colocaría en su podio personal para esta categoría?
No soy mucho de hacer listas, pero me gusta hablar de mis referentes. Sin duda Martes y Trece son el mayor punto de inflexión en el humor y las parodias de nuestro país. Otros de los cómicos que me han marcado son Gila, Faemino y Can-sado, Cruz y Raya, Los Morancos, Alfonso Arús, Pepe Rubianes…
15 años no es nada, pero han dado para verle en más de 500 voces diferentes. ¿Cuáles le han dado más alegrías en lo profesional y por qué?
Sin duda, en la etapa de “Crónicas Marcianas” cada noche era una sorpresa y vivía en directo al día siguiente cómo el personaje de la noche era motivo de tertúlias: la Pantoja de Puerto Rico, la Bruja Lola, Dinio, Papuchi... muchos marcaron mis años en aquel entonces. Ahora creo que es más global. La gente, las nuevas generaciones, me conocen más por programas como “Me Resbala” o “Tu cara me suena” y creo que no se concreta tanto en los personajes sino en el conjunto.
Uno de los momentos más conmovedores de su carrera fue...
Recuerdo con mucho cariño el día que la Duquesa de Alba vino a verme al teatro. En el momento en el que la imité desde el escenario, una gran ovación invadió el teatro y ella se sintió complacida.
Lo mejor que le ha dado el teatro:
La cercanía. Jamás pensé que un teatro era el sitio donde más feliz me podía sentir. Un escenario te da una fuerza interior y una complicidad con el público que ningún otro medio ofrece. Me enamoré hace muchos años de las tablas y ahora creo que ha llegado el momento del matrimonio, ¿no? (risas).
¿Cómo sería un fin de semana libre –alejado de los focos– perfecto para Carlos Latre?
Principalmente al lado de mi hija y mi familia. Soy una persona muy normal. Me gusta una buena comida, un buen vino y un grupo de amigos para charlar y reír. Me gustan las sobremesas que acaban con puestas de sol y las conversaciones que se convierten en debates enriquecedores.