Revista teatros

Yo creo y en eso soy optimista por naturaleza que va mejorando, muy despacito, pero va mejorando. Gracias a la labor de gente muy fuerte, muy potente. Se me viene a la cabeza Carme Portaceli, por ejemplo, que hace un trabajo de reivindicación de la mujer en el teatro o Helena Pimenta, porque intenta montar cosas con muchas mujeres.

El tema del papel de la mujer en la vida profesional en general es una cuestión atávica, también hay pocas directoras de orquesta, pilotas de avión… Poco a poco la mujer se ha ido abriendo el camino y buscando el lugar porque venía de muy atrás el tema, de la mujer ama de casa y punto. Porque hay muchas mujeres que escriben evidentemente, lo que pasa es que tradicionalmente y por costumbre social acaban cayendo en el papel de un hombre.

Poquito a poco vamos buscando nuestro lugar y espero que dentro de treinta años, ojalá antes, se pueda llegar a decir hay un 50-50, que es lo que debería haber porque hay muchas mujeres que escriben.

Antes costaba entender a la gente una cirujana mujer y preferían escoger a hombres cirujanos que les abriesen el corazón o la barriga, ahora cada vez más la gente ya no se fija, pasa a ser una costumbre. Tiene que llegar a ser una costumbre el hecho de que una obra se estrene habiendo sido escrita por una mujer, dirigida por una mujer e interpretada sólo por mujeres. Todas mujeres. Ahora, por ejemplo, está en cartelera una versión de "La casa de Bernarda Alba" en la que son todo hombres y está bien, a mí me encanta porque es un experimento maravilloso y de investigación que hace Carlota Ferrer, que la admiro mucho, pero también espero que se haga "Doce mujeres sin piedad" en vez de "Doce hombres sin piedad". También se supla eso proque realmente somos muchas más actrices que actores, de siempre, creo que son siete actrices por cada actor, igual que el cómputo de siete mujeres por cada hombre, creo que en teatro es igual.

Siempre estamos un poco en mayoría pero expresada en minoría, trabajamos la minoría. Creo que poquito a poco, en eso si soy optimista, va colocándose y encontrando el lugar que le corresponde a la mujer.

No, las mujeres en el campo de las actrices están muy bien consideradas. Siempre  se ha pensado en el mundo teatral que las mujeres son mejores actrices que los hombres. En este país ha habido muchas más y mejores actrices mujeres que hombres. Con lo cual, en el campo del teatro, yo no me he encontrado nunca que tengo que demostrar más que un hombre.

Hay que acostumbrar al público a que se deje operar por una cirujana, que se vaya a ver una obra escrita, dirigida e interpretada por mujeres, que vaya a ver a una directora de orquesta. Con la fuerza de la costumbre y no perder el ánimo, nosotras tenemos que seguir peleando porque la mujer tiene una gran capacidad de soportar todo pero eso nos hace inmensamente más fuertes.