Revista teatros

 Coincide la crítica en que, además de voz, Carmen Romeu siempre da a sus personajes fuerza y corazón. Magnífica o colosal son otros calificativos con los que se ha encontrado esta soprano valenciana a la que han dirigido maestros como David Livermore o Riccardo Chailly. “La Bohème”, “Marina” o “La del manojo de rosas” son sólo algunos de sus muchos trabajos.

¿Qué es “Las golondrinas”, qué nos diría de esta obra, qué tiene de especial?

Es una obra que está compuesta por un compositor que falleció muy joven, que la compuso justo un año antes de fallecer. Es curioso cómo en esta obra se puede ver todo lo que es una recogida de la música que había a principios del siglo XX. Hay una mezcla. Escuchamos como fragmentos que parece que son Wagner, fragmentos de Strauss, incluso de opereta de diferentes géneros. Es una música maravillosa que escénicamente lo que es la dramaturgia  de un libreto que podría ser muy sencillo realmente se crea un thriller básicamente, una obra muy dramática. Me parece muy interesante también por el desarrollo de los personajes, que son personajes que disfrutan de esta vida de saltimbanquis algunos, otros no lo llevan bien y aspiran a ser más famosos y ricos y van en busca de ello y parece que esa búsqueda de la fama les lleva a vivir situaciones terribles, como es el caso del desamor que te puede llevar incluso a cometer un asesinato en este caso.

Háblenos de su personaje, ¿quién es y cómo es Lina?

Lina pertenece a la familia de saltimbanquis, en la obra aparecen su padre y su hermano y es una saltimbanqui. Es un personaje que al principio aparece como muy soñador, muy risueño, es la que siempre aporta alegría a la familia. En la primera parte de la obra son personajes que viven en la pobreza y que van por las calles con un carro de pueblo en pueblo dnado pregones para que la gente asista a sus pantomimas y ella es la que tiene ese rayo de sol, esa felicidad y disfruta viajando de sitio en sitio, conociendo a nuevas gentes, siendo muy feliz viendo a los niños cuando se alborotan cuando llegan los payasos… Sin embargo en el segundo y en el tercer acto empieza a sufrir un crecimiento personal que la lleva a madurar muy rápidamente porque ella pasa de ser un poco el alma caritativa de todo a darse cuenta de que a causa de que Cecilia decide marcharse y dejarles y de que no le importa para nada el hecho de que ella esté mal se da cuenta de el hecho de que Cecilia se vaya no le hace estar tan mal porque ella se da cuenta de que está enamorada de Puck y el hecho de que se vaya Cecilia es esa oportunidad de poder enamorar a su enamorado. Pasa por un desarrollo personal muy interesante: por el amor, por ese segundo acto de amor, por estar dándose, por querer hacer ver que ella ama a Puck a ese tercer acto en que vuelve Cecilia y ella ya está muy cabreada, porque dice no te hemos importado nosotros, has abandonado a la persona que te quería que es a la que quiero yo y ahora vienes y qué quieres de nosotros… Son personajes complicados, es muy particular que cuando Lina conoce que Puck ha asesinado a Cecilia, ella aún así sigue cantándole yo voy a estar contigo, yo te quiero… Es alucinante, porque dices: ¿está el amor por encima?

¿Qué es lo más complicado de esta pieza?

Aparte del desarrollo psicológico de los personajes que es muy duro y de que la puesta en escena de Giancarlo del Monaco está siendo muy muy fuerte y va a ser muy impactante, el lenguaje musical porque es muy verista, con el cual yo no he estado muy familiarizada, he cantado más Rossini u otro tipo de compositores. Es una música difícil de aprender y difícil de entender, pero maravillosa una vez se ha comprendido. La densidad musical es una de las cosas más complicadas porque el libreto podía ser muy sencillo, pero lo estamos desarrollando de una manera muy interesante. Es bastante impactante, incluso desde el primer momento. Existe incluso violencia de género. Hace que sea fuerte.

¿Cómo es trabajar con Giancarlo del Monaco?

Estupendo. A mí me parece que estamos haciendo un trabajo maravilloso. Es un hombre de teatro puro y duro, se nota muchísimo de dónde viene, de toda esa familia de artistas. Toda esa experiencia hace que tenga herramientas para poder crear y tiene ideas maravillosas. Trabajar con él es trabajar teatro puro y duro y trabajar de verdad, sentimientos de verdad. Es difícil porque los cantantes no estamos muy acostumbrados. El hecho de poder trabajar unos personajes desde el teatro, de buscar ese sentimiento, es muy fuerte. A mí me está encantando. Es la primera vez que trabajaba con él.

¿Qué supone subirse al escenario del Teatro de la Zarzuela?

Para mí estupendo porque fue uno de los primeros teatros que me dieron la posibilidad de encaminarme en este mundo. Yo siempre que vuelvo al Teatro de la Zarzuela me siento muy en familia, totalmente acogida y es un teatro maravilloso, un teatro que crece día a día, creo que la zarzuela además hay que intentar que llegue a todo el mundo porque se están haciendo producciones de las que poder disfrutar seas entendido o no. Al final son lugares donde ir para vivir emociones nuevas e irte con un sabor diferente a casa. Es maravilloso. He trabajado cuatro años y este va a ser el quinto y veo una evolución, que están haciendo producciones muy interesantes.

Próximos proyectos…

Después de “Las golondrinas” voy al San Carlo de Nápoles, que voy a cantar allí la Desdémona del “Otello” de Rossini y después también “Bohème”. Las dos producciones del San Carlo. Eso es lo más cercano.