Revista teatros

La gente aplaude llorando. ¿Qué se les pasó por mente y cuerpo la primera vez que leyeron?

DANIEL: Acabé llorando. La leí de un tirón y lloré como un niño pequeño. Y eso me decidió.... Creer que ese impacto emocional le iba a pasar al espectador.

NACHO: Es una pequeña bomba que to-davía toca en sitios que están abiertos, pese a los años que han pasado están muy cerca.

¿Qué es “La piedra oscura”?

DANIEL: Un encuentro, sobre todo. Para mí es un viaje del ego al ser esencial.

NACHO: Nos enfrenta al miedo a los prejuicios, al miedo a lo diferente.

¿Por qué ha generado esa comunión tan especial con el público?

NACHO: Todavía hay algo que está muy abierto, pero también hay una buena comunión en todo el equipo y eso se nota en la puesta en escena. 

DANIEL: No es revanchista y su contexto político, social y cultural, atractivo también, no deja de ser una excusa para acudir al encuentro entre dos seres humanos.

Háblennos de sus personajes...

DANIEL: En lo emocional, Rafael es alguien que tiene culpa, que guarda un secreto y que necesita comunicarse since-ramente con el otro antes de que pase lo que tenga que pasar. A nivel biográfico Rafael es secretario de La Barraca, amante de Lorca los últimos años, entre otras muchas cosas. Un luchador de la libertad.

NACHO: Sebastián es un chico al que le ha tocado estar donde no le corresponde y que va a hacer todo lo posible por salvarse.

¿Qué les han dejado a ustedes hasta ahora sus personajes?

DANIEL: Para mí Rafael es el personaje más intenso que he interpretado nunca, en el que más me tengo que poner al servicio del personaje. Es el viaje emocional y lo que tengo que asumir como actor es tan potente y la forma en la que yo sé hacerlo que es la que nos invita tanto el texto como la dirección que es a transitar eso con la mayor verdad posible todas las noches implica mucha desnudez actoral en el sentido de realmente hacer ese viaje cada vez. Es el personaje de mayor compromiso. 

NACHO: Muchas cosas... Ha supuesto mi primer trabajo profesional.

Por dar la pincelada poética a esta entrevista. Una frase de su personaje...

NACHO: “No duerme nadie por el cielo”. 

DANIEL: “Nadie puede desaparecer del todo, ¿verdad?”.

¿Personajes como estos tampoco?

DANIEL: Como todavía estoy en él y él en mí no he vivido esa separación de decir ‘este proyecto se acabó y el personaje se acabó’. Ahora estoy tan enamorado de este personaje que no me lo puedo ni imaginar. Ya he vivido esa situación con muchos otros, sé que ocurrirá, sin embargo hay una parte en mí que no quiere escuchar que algún día tendré que dejar de hacer a Rafael. De momento, como simplemente lo dejo temporalmente sabiendo que vuelvo a él me es fácil dejarlo pasado un ratito después de la función porque el viaje emocional nos deja vapuleados, pero luego remontamos, nos vamos a tomar algo, charlamos de otra cosa. Pero yo creo que esto está ocurriendo porque sé que lo retomo, si pienso más en general en abandonar del todo a Rafael de verdad que todavía tengo resistencia.

NACHO: Al final siempre que has hecho una función que te ha tocado y que el grado de implicación es alto siempre lo vas a llevar, siempre es aprendizaje.

¿Qué creen que harían sus personajes si les diesen una oportunidad?

NACHO: Sebastián tiene que empezar a ser un hombre en todos los sentidos.

DANIEL: Yo creo que Rafael y también Sebastián al final de la obra logran este encuentro de alma a alma y han dejado las formas, las banderas, los bandos, todo lo que tenga una forma y una identidad, y han ido al meollo de la cuestión, a encontrarse de corazón a corazón y eso ya no tiene retorno. Yo creo que intentarían sembrar paz allá donde fueran.

Conejero, Messiez, Grao y Sánchez. Póker de ases...

DANIEL: (Risas). Maravillas, maravillas te diría de cada uno de ellos. Parece lo típico, pero yo creo que está pasando todo lo que está pasando con “La piedra...” porque se ha dado esa sincronía entre todas esas piezas. Yo como actor no puedo elegir un texto mejor que decir, te lo juro que hace mucha parte de mi trabajo, cuando un texto está bien escrito y no tienes que hacer el ‘pino puente’, sino que todo va orgánico, sólo tienes que tener la mínima valentía de dejarte llevar y arrastrar por esas palabras y realmente imaginarte esa situación porque está muy bien escrito y a mí me lleva. Hay mucha emoción y ocurre cada vez, no se desgasta porque está muy bien escrito. Y como actor no puedo imaginar un director mejor que Pablo, que precisamente es también autor y actor y tiene una sensibilidad especial para dar espacio al actor y no meterles prisa en los procesos, sino dejarlo ahí con la duda y la incertidumbre también de no sé qué va a pasar, a ver qué te pasa a ti. Hay un respeto por lo que a ti te vaya a pasar internamente y que si te pasa le va a dar una validez porque está ocurriendo y eso es una verdad y él es un cazador de verdad. Y de Nacho… Siempre yo creo en que el trabajo de un actor te lo completa el compañero y en este caso poder hacer pie en esa mirada de Nacho cada vez que me pueda llegar a perder o pueda tener la tentación de perderme es un privilegio. Sólo hay que mirarle…

NACHO: Alberto ha hecho una obra con, aparte de una estructura de diez, una vida, una poesía y un amor increíbles. ¡Es muy grande! Pablo ha conseguido hacerla lo más personal posible y sacar de nosotros el mejor actor que tenemos dentro. Te lo hace muy fácil. Y Dani… Es un monstruo, tenerlo delante me hace medio trabajo. Es un regalo, no tengo más que escuchar...

¿Y cuando pasen 20, 30 años y miren atrás ?

DANIEL: Mucho amor porque sobre todo hay mucho afecto entre nosotros y hacia lo que hacemos. Yo creo que estos son esos proyectos vitales que no los olvidas nunca. De los que hay un antes y un después.

NACHO: Un proceso genial donde conocí a gente con la que conecté muy bien a nivel personal y profesional y con la que aprendí mucho, mucho, mucho. Mucho.

¿Algún otro proyecto entre manos?

DANIEL: En septiembre estreno “La sonata del silencio” para TVE, años de posguerra con Marta Etura y Eduardo Noriega, entre otros. Empiezo el rodaje de “La catedral del mar”, seguimos presentando “Julieta” de Almodóvar en muchos países. La gira internacional es compleja porque va a todo el mundo. Retomamos “La piedra…” y creo que ya… 

NACHO: Ahora estoy haciendo un proyecto para una artista visual, brasileña, en el Reina Sofía, que se mostrará en septiembre. “La piedra…” también en septiembre. En febrero, a lo mejor una cosita en La Abadía…