Publicado el 30 de Septiembre de 2017
Edu Soto
Obra: Smoking Room
Hay tantas cosas contra las que rebelarse y tan poco tiempo...
De la película, que se llevó, entre otros premios, el Goya en 2002 a mejor dirección novel, dijo la crítica que era necesaria, insólita, inteligente, espléndida, sorprendente… ¿La versión teatral está a la altura? ¿Habían visto la peli?
Es muy difícil saber si la obra de teatro estará a la altura de una película tan respetada por la crítica. Por supuesto lo vamos a intentar y contamos con un gran reparto y un gran director. Vi la película en su momento y vamos a trabajar desde el respeto y la admiración.
¿La prohibición de fumar en una empresa y el intento de juntar firmas para tener una habitación donde hacerlo es sólo la punta del iceberg de qué? ¿A qué nos enfrenta en realidad “Smoking Room”, de qué habla?
Este texto no sólo habla de la prohibición de fumar en un espacio común, habla de las miserias entre un colectivo de trabajadores, del miedo al que están sometidos los trabajadores de una empresa y de la mezquindad humana frente al engaño, frente al robo, algo tan común en la política y en el ser humano en general.
Reunir firmas para lograr algo que a priori todos desean parece fácil. ¿En qué momento se trunca todo y por qué?
Reunir firmas para una protesta significa dar la cara, enfrentarte a tus superiores. Y eso no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Muchos de los personajes se ven superados por el miedo a la represalia.
Háblennos de sus personajes.
Mi personaje, Enrique, es un trabajador nato que está en un momento de extrema presión puesto que le está dedicando tanto tiempo y esfuerzo a su trabajo que ha abandonado su vida personal. Todo le va mal en su vida sentimental y eso le afecta a su carácter. Está contra las cuerdas emocionalmente y eso le hace capaz de reaccionar de manera impulsiva con sus compañeros.
Dice el director que para la mayoría de los humanos es muy difícil llevar a cabo un proyecto en común. Imagino que esto pasa con las pequeñas cosas y también con las más grandes, ¿no? Ahora era una habitación de fumar, pero está también luchar contra las injusticias, cambiar leyes… Personalmente, ¿qué proyecto o iniciativa que requiera eso, juntar firmas, estaría dispuesto liderar o le gustaría que se llevase a cabo?
Está claro que el ser humano es un animal que está condenado a vivir en sociedad. Esto no significa que siempre sea capaz de hacerlo de la manera más sana u ordenada. Creo que estamos en un momento de mucha insensibilidad ante la injusticia y, por desgracia, abunda. Me encantaría convertirme en el líder absoluto recogedor de firmas para iniciar una queja mundial contra la corrupción, o contra los atentados que cometemos contra la naturaleza, o contra la pobreza... Hay tantos...
Y ahora viene la segunda parte de la pregunta, ¿por qué no lo hace (hacemos)? ¿Tan poderosas son siempre nuestras excusas?
Buena segunda parte de la pregunta... Como he dicho, hay tantas cosas contra las que rebelarse pero hay tan poco tiempo, hay tantas, somos tan pequeños... Pero somos tan grandes también... Por lo menos hay que intentar ser justo.