Publicado el 31 de Agosto de 2017
Emma Ozores
Obra: ¡El último que apague la luz!
Yo creo que la manera más bonita de mostrar desacuerdos es a través del humor
Desternillante, surrealista, sorprendente, premiada en festivales dentro y fuera de nuestras fronteras… Sobran los adjetivos para definir esta disparatada comedia del gran Antonio Ozores. Eso sí, un número tan redondo como el 10 se encarga de encuadrar los años que esta función lleva despertando las carcajadas a un público que no deja de acudir a las tablas para disfrutar de ella. Acompañada por el carisma de Vicente Renovell en escena, charlamos con la protagonista de este éxito teatral, la misma que sigue ganando adeptos con su particularidad, su polifacética trayectoria y su pasión por el espectáculo.
El gran Ozores construyó esta pieza a través de varios temas... ¿cuáles?
Mi padre iba inventando cosas divertidas y originales, como consejos de qué hacer para atraer al otro sexo, cómo actuarían unos padres primerizos nada más llegar a casa con el bebé, la infidelidad en la pareja...
¿Tiene algún momento favorito?
Una de las escenas más geniales es cuando los dos actores empiezan a crear situaciones que hacen que el público aplauda más de cuatro veces la misma escena (risas). Ahí se ve la mano del autor en cuanto a genialidad, esa capacidad de inventiva espectacular, ese humor del bueno, del caro, como yo digo. Eso que es tan difícil de encontrar y, por lo tanto, tan valorado. Después de ver la obra, lo comparaban con Mihura, Muñoz Seca, Jardiel y otros grandes del humor.
Humor del bueno no exento de crítica, ¿verdad?
Evidentemente, existe una crítica latente a muchos aspectos de la sociedad y las personas. Yo creo que la manera más bonita de mostrar desacuerdos es a través del humor.
Interpreta varios roles... ¿Puede adelantarnos alguno de ellos?
A veces somos dos actores que hablamos al público y les contamos cosas, otras veces soy una viejecita, una madre primeriza, una... mujer de vida alegre, un fontanero (risas), una esposa harta de su marido, una mujer enamorada de uno muy raro... ¡desde luego no se van a aburrir! (risas).
Dos años junto a Vicente Renovell en escena habrán dado para un sin fin de anécdotas...
¡Muchas! Como una vez que Vicente salió con la peluca al revés. Él no se había dado cuenta, pero yo no le podía mirar cada vez que hablaba porque no podía aguantarme más la risa. Tenía todos los pelos por la cara y soplaba para quitárselos... ¡mucha risa de verdad! También en una escena que hacemos de cubanos de telenovela en la que a él le da por caminar de cierta manera. Cada vez que lo veo, la gente y yo nos reímos a la vez. Es muy gamberro mi compi (risas) y un actor maravilloso.
A muchos ‘teatreros’ nos sorprendió verla participando en un formato como “Gran Hermano Vip”...
¡¡Hay que probar de todo!! (risas). He patinado sobre hielo en TV, cantado, bailado, presentado... pero esto de estar en una casa mirándonos todos 24 horas era nuevo para mí. Y me ha enriquecido como persona, la verdad, el balance es súper positivo. Aprendí muchas cosas.
Los grandes amores de la vida de Emma Ozores a día de hoy son:
Pues mira, no es por ser pelota, pero cuando estuve en la casa echaba mucho de menos a la gente, al público. Yo trabajo para verlos, oír sus risas, sentirlos, y claro, eso en la casa no se veía. Cuando fui a plató y los vi ahí sentados en las gradas me emocioné. ¡Ellos pertenecen a mis grandes amores! Y mi familia, claro, mis amigos y mis animales. Amo a todos los animales del planeta.