Publicado el 30 de Abril de 2018
Entrevista a Alberto Ammann en el Teatro de las Culturas
Obra: Teatro de las Culturas y Calígula debe morir
Estamos destacando la necesidad de una igualdad real, dando a conocer a muchísimas mujeres que trabajan desde la escritura, la dirección, la producción…
Conocido y bien reconocido por su carrera interpretativa –Goya a mejor actor revelación por “Celda 211”, “Narcos”, “Apaches”…–, el actor lleva 7 meses al frente del proyecto de sus sueños: la creación de una escuela y una sala teatral fundada y dirigida junto a Clara Méndez-Leite. Nos reunimos con el argentino para tomar el pulso de este doble desafío y comentar el inminente estreno de “Calígula debe morir”.
¿Cómo surge la idea de fundar la Escuela para el Arte del Actor y el Teatro de las Culturas?
La idea surge de aunar dos ensueños. Clara viene profundizando desde hace muchos años en el trabajo corporal destinado a la composición de personajes y yo siempre tuve el sueño de tener una sala, un espacio para programar teatro, conciertos y distintas disciplinas artísticas. ¡Y decidimos lanzarnos juntos a las dos cosas…!
¿Cuáles son los pilares fundamentales de este doble proyecto?
A nivel formación, hacerla de la manera más amplia y completa posible. Para ello, hemos establecido una duración de cuatro años en los que, además de haber muchísimo trabajo corporal, hay interpretación, movimiento expresivo, historia del teatro y del cine… ¿Sabes aquellos actores y actrices que sabían cantar, bailar, interpretar, recitar en verso… incluso montar a caballo y hacer esgrima? Pues esa es la idea romántica que tenemos. En cuanto al teatro, su propio nombre es una declaración de intenciones. Queremos poner en valor la diversidad cultural, mostrar que la cultura es eso que nos diferencia pero que también nos une.
Además, usted es uno de los profesores. ¿Qué gran consejo le daría a sus alumnos de interpretación?
Una de las cosas más interesantes que me dijo Katrina Bayonas cuando entré en Kuranda: “tú ocúpate de ser el mejor actor que tú puedas llegar a ser”. Es decir, uno tiene que aprender a valorar lo que se le da mejor y lo que no se le da tan bien y trabajar sobre las dificultades de una manera deportiva, no castigadora. Nunca alentaría a un alumno a un nivel de exigencia que le haga daño. Lo primero es ser honesto con uno para trabajar con respeto a uno mismo y alegría.
El Teatro de las Culturas ha contado en estos meses de andadura con interesantes estrenos. ¿Cuál es el criterio a la hora de elegir los proyectos?
Nosotros queremos dar espacio a la diversidad cultural, crear un lugar donde la figura de la mujer artista y creadora tiene un primer orden. Estamos destacando mucho la necesidad de una igualdad real y no sólo teórica. Yo, por ejemplo, nunca he tenido la suerte de trabajar con una directora de fotografía en cine. Queremos dar a conocer a muchísimas mujeres que trabajan desde la escritura, la dirección, la producción…
“Calígula debe morir” es el próximo título en cartel. ¿Por qué considera recomendable este nuevo estreno?
Dirigida por Mabel del Pozo, es una versión bastante revolucionaria y moderna. Este proyecto nos interesa muchísimo desde el principio porque Calígula es un personaje que no deja de ser actual, síntoma de que seguimos viviendo en una especie de prehistoria. Representa muchos de los vicios que tenemos hoy en día como sociedad: el individualismo, la prepotencia, la violencia, el autoritarismo… Creo que el arte es un espejo para la sociedad.