Revista teatros

Licenciada en Teatro Musical por el prestigioso London Studio Centre de la capital inglesa, la carrera de esta talentosa artista comenzó a recopilar aplausos desde su inicio. Primero, en producciones tan exigentes como la mismísima “West Side Story” y después, en su regreso a España, al frente de “Dirty dancing” y “Viva Broadway”. Hoy, la catalana cumple un auténtico sueño: protagonizar el musical de uno de los mayores éxitos cinematográficos de la historia, el mismo que a través de hits inmortales como “What a feeling”, espectaculares coreografías y un vestuario que marcó toda una década de los 80, arrasa en las tablas del Nuevo Apolo. Charlamos con la brillante Álex de “Flashdance, el musical”.

• ¿Cuáles son los puntos fuertes que hacen de este musical algo irresistible?

Es un musical lleno de fuerza y carisma. Tiene una producción que no sólo traslada lo que fue una película tan conocida a los escenarios, sino que lo hace profundizando y extendiendo la historia para darle al público la oportunidad de vivir la experiencia al máximo, conociendo mejor a los personajes y sus circunstancias. Y el punto fuerte sin duda es la música. No es un musical al uso en ese aspecto, porque contamos con una banda y un sistema al más puro estilo rock&roll que hace vibrar a la gente mucho. También el gran elenco que arropa toda la trama, bailarines y cantantes de gran nivel imprescindibles para que “Flashdance” sea lo que es.

• ¿Qué importancia ha tenido la película “Flashdance” en su vida y qué le motivó a embarcarse en este proyecto?

La vi muchísimas veces en mi infancia, la primera vez tendría 8 o 9 años y para una niña cuyo sueño era bailar era un peliculón y una historia que me hacía soñar. Lo que más me motivó es lo completo que es el personaje, a nivel canto, baile e interpretación. Sabía que si era capaz de desarrollarlo me haría crecer mucho como actriz y potenciaría mi versatilidad.

• ¿Quién y cómo es su personaje?

Alex es una joven con mucha fuerza y mucho ímpetu. Una superviviente desde su infancia que, por situaciones familiares com-plicadas, se ha tenido que hacer a sí misma. En contraposición con esa garra que tiene, también le inunda un profundo miedo al re-chazo y una autoestima condicionada por su clase social que le impide creerse lo bastante buena para casi nada o nadie. Ese es su conflicto constante: el no creer en sí misma lo bastante para luchar por lo que quiere.

• Para usted, uno de los grandes mo-mentos de la pieza se produce cuando…

Sin duda cuando Alex, después de haberlo perdido todo, se persona en su audición para entrar en la academia. Es un momentazo por que, sorprendentemente, es la primera vez que reúne valor y no va a dejarse pisar ni se va a hacer pequeña. Finalmente va a enfrentarse a sus miedos, ya que siente que se lo debe a todos los que la han apoyado.

• ¿Y la canción que más disfruta cantar en escena?

”Mi momento”. Es una canción llena de fuerza y motivación personal. Trata de ir a por lo que uno desea y quiere para su futuro sin poner excusas.

• Antes de llegar a protagonizar “Flashdance”, ¿cuál es la experiencia artística-profesional que más le ha marcado en tu vida y por qué?

La producción de “West Side Story” que hice en el Festival De Ópera de Salzburg. No era protagonista, pero lo hacía al lado de grandes artistas de Broadway a los que admiraba desde niña, como Karen Olivo y la estrella de la lírica Cecilia Bartoli. Me marcó porque era apenas mi segundo trabajo y aprendí mucho de la humildad de las personas que llegan tan alto en lo que hacen. Lejos de ser ‘divos’, descubrí que en el talento de verdad reside también mucho trabajo y humildad para crecer y mejorar.

• A día de hoy, una fantasía profesional, la más loca, pendiente de cumplir:

Me gustaría hacer cine, la verdad. Me encantaría soltarme la melena interpretando alguna femme fatal con Almodóvar.