Revista teatros

 Psicóloga, actriz, directora y dramaturga teatral, Premio Butaca 2015 al Mejor Texto por “Tortugues: La desacceleració de les partícules” y ganadora el mismo año del V Torneo de Dramaturgia Catalana del Festival Temporada Alta de Girona. Tiene en cartel “Como una perra en un descampado” en el CDN.

¿De dónde nace su pasión por el teatro?

Empecé a hacer teatro de pequeña, a los 10 años, en el aula de teatro de mi ciudad, Bañolas, y desde entonces he estado vinculada al teatro o como actriz, escribiendo, dirigiendo, sobre todo enseguida me gustó más estar detrás y pensar la historia.

Nace también de las ganas de conocer cómo funciona el pensamiento humano o la conducta humana. Yo estudié Psicología y creo que la dramaturgia y la psicología van muy de la mano y se parecen mucho el interés que puede tener un psicólogo en conocer por qué tomamos determinadas decisiones al del dramaturgo de por qué el personaje toma determinados caminos en su historia.

¿Por qué escribe Claudia Cedó? ¿Qué le lleva a escribir, qué historias le gusta contar?

Creo que a mí me interesan las historias de personajes que dudan y entender por qué toman determinadas decisiones, entenderlo tanto a nivel interno como a nivel social. Y creo que también es importante, para mí, contar historias que tengan que ver con lo que o estoy viviendo yo a nivel personal o está viviendo mi generación o mi entorno o nuestra sociedad, qué está pasando e intentar hablar en la ficción de temas que nos duelen o que nos mueven a la acción en la vida.

Según su experiencia, ¿hay una receta mágica para que una obra enganche? ¿O, al menos, unos ingredientes básicos?

Yo no sé si hay una receta, yo no la sé si la hay (risas) y creo que ese es el enganche que tiene esto de la dramaturgia y del teatro en general, que no sabes por qué sucede y de repente se crea una historia que conecta con la gente y puede que sea porque les hablas de cosas que les tocan y puede que sea también porque tú hablas de cosas que te tocan. No sé, ahí es como que te encuentras con el espectador, es algo que pasa y evidentemente hay mecanismos y hay estructuras narrativas que funcionan y hay estrategias, pero luego puedes utilizar todas las estrategias y que no funcionen. Entonces, hay algo ahí que es incontrolable y yo creo que ese es el motivo por el que todos nos enganchamos al teatro.

También es muy valioso escribir para todo el conjunto de la sociedad, es decir, para que todas las personas de la sociedad se vean reflejadas en las ficciones actuales. Es muy importante y no está pasando. Tú vas al teatro y no hay, al menos en mi ciudad, la platea es toda blanca, de cierta clase social y falta mucha representación de diversidad funcional como espectadores y pienso que esta falta de diversidad en la platea de los teatros es porque las historias no hablan de todo el mundo, sino que solo hablan de unos cuantos y para mí es algo que hay que cambiar. En este sentido, que una obra enganche o no enganche también es en función de si estás hablando del espectador y hay muchos espectadores que no se sienten identificados, entonces no les engancha el teatro y no van a ellos. Pienso que hay que hacer un trabajo de apertura y de buscar nuevos públicos que están ahí.

¿Qué características tendría que tener el buen dramaturgo?

Yo creo que algo importante es ser honesto contigo mismo y explicar la historia que tengas ganas de explicar y si es un encargo y es una historia que ya te dicen que tiene que ir de tal tema conectarlo contigo de alguna manera. Que en la historia estés tú. Yo pienso que eso es importante. Tú o una parte de ti que ha conectado con esa historia o con la vida del personaje. Si juzgas a tus personajes y te alejas de ellos a mí al menos me cuesta más escribir entonces.

El lector no suele decantarse por textos teatrales entre sus lecturas. ¿Por qué no leemos más teatro? ¿Qué está leyendo usted?

No sé, en primer lugar porque no se va al teatro, porque hay poca gente de nuestra sociedad que vaya al teatro. Hay ahí mucho trabajo que hacer. Puede que sea porque cuando lees teatro tienes que hacer el salto a imaginar la escena y en cambio en literatura ya está pensada para que sea de otro modo el viaje. Puede que la gente no esté acostumbrada a leer teatro. Pero en verdad yo pienso que es una lectura muy rápida y con mucho ritmo, te puedes leer historias en muy poco tiempo. Pienso que tendríamos que acostumbrarnos más. Yo ahora estoy leyendo a Irene Solè, “Canto jo i la muntanya balla”, que es un libro maravilloso que me está encantando y que tiene mucha poesía. También una biografía de Mary Shelley.

¿Qué obra de teatro de todos los tiempos le hubiera gustado escribir y por qué?

Me hubiera gustado escribir “Not I (No yo)” de Beckett, que es una obra corta de Beckett, de un cuarto de hora, de una mujer que solo se ve su boca y se pone a hablar, no ha hablado nunca y abre la boca y dice todo lo que se ha callado toda la vida.

Como espectadora de teatro sabe que no le defraudará nunca una obra escrita por…

Joan Yago.