Revista teatros

 El impresionante escándalo desatado por el productor de Hollywood Harvey Weinstein dio la vuelta al mundo con el consiguiente movimiento #MeToo o #YoTambién en rechazo a los abusos sexuales a mujeres. Al hilo de esta revolución social, el archiconocido dramaturgo David Mamet construyó esta fascinante comedia basada en dicho asunto, contando con John Malkovich al frente. La versión nacional adaptada por Bernabé Rico y dirigida por el gran Juan Carlos Rubio mantiene la misma esencia e intensidad contando con un elenco en estado de gracia. ¡Charlamos con los protagonistas de este esperadísimo estreno en el Teatro Reina Victoria! Por ANA VILLA

¿Qué es “Trigo sucio”? 

Fernando Ramallo: Es una historia sobre el poder y la manipulación, así como el punto de vista de la industria cinematográfica a través del personaje de Barney Fein, un productor sin escrúpulos –pero con cierto carisma– que le complica la vida a todas las personas que están a su lado.

Candela Serrat: Es la presentación y final caída de un magnate de Hollywood acostumbrado a abusar de su poder sobre la gente que le rodea. Todo con un toque de comedia negra.

¿Qué historia desarrolla?

Eva Isanta: Nos mete como especta-dores en el despacho de un magnate cinematográfico que no escatima en acciones perversas para conseguir sus objetivos, entre los que están los favores sexuales de una joven actriz en ciernes. Chantajes, corrupción y perver-siones en un tono hilarante en el que el espectador se sorprende de lo que está detonando su risa y se cuestiona si todos tenemos –o no– un precio.

Nancho: la obra original de David Mamet contó con John Malkovich en su rol protagonista. ¿Ha encontrado inspiración en su trabajo?

Nancho Novo: Fui a ver a Malkovich a Londres y me impresionó su trabajo. ¡He de reconocer que me abrumaba el peso de la comparación! Pero nada más empezar los ensayos me di cuenta de que nuestro trabajo iba por otro lado. La sabia dirección de Juan Carlos Rubio –que es un director inteligente, divertido, genial y encantador como persona– me hizo pisar otros terrenos completamente distintos a los hollados por Mamet y Malkovich en la versión inglesa. ¡Estoy seguro de que a ninguno de ellos le desagradaría nuestro trabajo!

¿Qué ha sido lo mejor en la preparación de este gran papel?

Nancho: Me resultó especialmente divertido trabajar la composición física del personaje, sus ademanes y andares, porque se trata de un hombre suma-mente gordo, para lo cual, aparte de portar una impresionante botarga, tuve que modificar toda mi motricidad y gestualidad.

¿Quiénes y cómo son sus personajes?

Nancho: Mi personaje es ese productor, Barney Fein, trasunto del tristemente archiconocido Harvey Weinstein: hombre millonario, aparen-temente pagado de sí mismo, con mucho don de gentes, extrovertido, socarrón y déspota, con gran voracidad por el dinero, la fama, el poder y el sexo. En el fondo, se esconde una persona llena de complejos.

Eva: Sondra es una mujer que ha elegido vender su alma al diablo. Es la mano derecha y la ejecutora de la mayoría de las acciones malévolas de su jefe, pero ella está convencida de que siempre se salva, porque solo ‘cumple órdenes’. Su ambición pudo a su moral, pero debajo de su aparente frialdad late un corazón insatisfecho y lleno de renuncia. Es precisamente esa dualidad la que me enamoró de ella.

Candela: Irina es una joven actriz rusa que desencadenará el fin de Fein y, a la vez, averiguará hasta dónde está dispuesta a llegar para conseguir lo que quiere.

Fernando: Charles Arthur Brown es un joven guionista que lleva tiempo trabajando para Barney, haciendo versiones y más versiones de películas que difícilmente se estrenarán y, por tanto, difícilmente cobrará.

Uno de los grandes momentazos de la pieza se produce cuando…

Eva: Cuando transcurre la escena del acoso. El mismo público, que no ha parado de reír, guarda un silencio sepulcral que vuelve a romperse con alguna carcajada nerviosa. ¡Me pirra ese momento! (risas).

Fernando: Cuando Sondra decide que no puede seguir a su lado, ya que puede ser responsable de la conducta de Barney y acabar metida en proble-mas. Expone lo que ha sido su vida bajo las órdenes de Barney.

Nancho: No sabría por cuál decantarme. Tal vez, cuando la comedia vira a drama y comienza la humillación a la actriz que aspira a ser estrella. Ahí pega todo un vuelco y, donde había risas, se instala una cierta incomodidad en el aire.

¿Qué opinión les despierta el movimiento mundial #MeToo o #YoTambién?

Candela: Muchas cosas. Y espero que, aparte de opiniones, también despierte muchas conciencias.

Nancho: Que es necesario. Todo aquello que clame contra el abuso y la vejación, venciendo el miedo a las represalias, me parece imprescindible que salga a la luz para que se persigan de verdad los comportamientos machistas, racistas, supremacistas…

Eva: Me parece un movimiento históricamente imprescindible para cambiar, de una vez, determinadas dinámicas sociales que tienen que ver con el desprecio hacia el género femenino. Es cierto que no debería quedarse en algo elitista, focalizado en las actrices de Hollywood, pero creo que ese altavoz ha sido muy válido para que el acoso y el abuso sexual se destape en todos los sectores sociales, incluidos los más desfavorecidos socialmente. Y para que la ley ampare a cualquier mujer o persona que se vea sometida a ese tipo de violencia.

¿Por qué es el estreno de “Trigo sucio” en el Reina Victoria una opción más que recomendable para el público?

Candela: Porque hay que ser conscien-tes de que estas cosas nos rodean pero, también, que todo viaje y todo cambio se puede vivir con humor.

Nancho: Hay un montón de ingredien-tes que hacen de este cóctel un trago muy apetecible. Empezando por el autor, David Mamet –posiblemente uno de los dramaturgos vivos más brillantes e inteligentes–, continuando por la temática –de candente actualidad por desgracia­­–, porque es muy divertida y te hace pensar, porque hay dos actrices y dos actores en estado de gracia sobre el escenario y porque salir al teatro es algo que todo el mundo está deseando hacer, sabiendo que el teatro es un espacio seguro con todas las medidas que se toman. ¡Y se pasa en un vuelo!

Eva: Y me gustaría agradecer a todos los espectadores que hacen que el teatro siga siendo algo vivo cada día, que hacen realidad ese momento mágico y que sea posible –con su esfuerzo y el nuestro– que sea verdad el lema de #teatroseguro #culturasegura. ¡Os esperamos con mascarilla y los brazos abiertos!