Publicado el 02 de Septiembre de 2019
Entrevista a Fele Martínez por Todas las mujeres en Teatro Príncipe
Obra: Todas las mujeres
“El público se va a encontrar con cinco pedazo de mujeres bregando con este energúmeno. Me encanta ver cómo lo pisotean y cómo él se da cabezazos contra la pared ante estas monstruas que no le van a pasar ni media”
Inmerso en un auténtico ring de boxeo, este torpe, manipulador y patológicamente mentiroso veterinario se enfrenta, una a una, a las mujeres más importantes de su vida. Y ojo, ¡porque se lo van a poner muy pero que muy difícil! La magistral dirección y adaptación teatral de Daniel Veronesse y el repóquer de ases escénico formado por Nuria González, Lola Casamayor, Ana Álvarez, Mónica Regueiro y Lucía Barrado envuelven a Fele Martínez en una divertidísima comedia que, después de triunfar en formato de cine y tv, ha recorrido las tablas nacionales. Charlamos con el gran protagonista de este taquillazo que regresa al corazón de madrid. Por ANA VILLA.
• ¿Qué historia traslada esta pieza?
La de Nacho, un veterinario que, de pronto, decide robar unos novillos de su suegro –que es un tipo bastante violento–. Por desgracia, el robo sale mal y se mete en un lío tremendo. Trata de recurrir a las mujeres que en cierto modo han sido importantes en su vida, pues las necesita para que le saquen las castañas del fuego.
• ¿Quién es Nacho, en profundidad?
Es un tipo inmaduro, un encantador de serpientes con un síndrome de Peter Pan bastante acentuado que intenta aprove-charse de las mujeres que tiene alrededor. Utiliza a la gente como una herramienta para conseguir algo. Es muy egoísta y nunca se ha enfrentado a las cosas de manera madura. Es un jeta que tiene esta cosa seductora, pero lo que hace es patético y miserable. Su gran desafío son los cinco asaltos que pelea con cada una de las mujeres de la función, que son poderosas, muy empoderadas y encima le conocen.
• ¿Cómo son ellas?
Ona –Lucía Barrado– es una becaria con la que mantengo una relación y es un poco el motor de todo lo que sucede. Ella y Carmen –mi cuñada, interpretada por Mónica Regueiro– son las más inocentes, las que no conocen todavía al verdadero Nacho. Con Carmen siempre ha habido una especie de tensión sexual no resuelta. Nuria González interpreta a Marga, una ex a la que dejé de la noche a la mañana después de liarme con otra. Ella es abogada, por eso es la primera opción que se me ocurre cuan-do veo que la cosa se me va de las manos.
• ¿Qué hay del resto?
Lola Casamayor hace el personaje de Amparo, que es mi madre, una mujer muy firme y estricta pero que siempre ha tenido muy consentido a su hijo y le ha sacado de los líos. Recurro a ella para pedirle dinero y evitar que me condenen si puede haber acuerdo. Y Andrea –Ana Álvarez– es una psicóloga a la que recurro para intentar que me haga un informe para evitar ir a juicio.
• ¿Cuál es el sentimiento que impera en la función?
El egoísmo: vemos lo miserable que puede llegar a ser una persona para intentar lograr un fin, sea quien sea la persona que tiene delante, capaz de hundirla en la miseria con tal de salir victorioso de sus problemas. Además, hay otros temas soterrados como es la manipulación. Este personaje va degenerando a medida que crece su angustia.
• Un momentazo de la obra:
Me gusta mucho cómo entran y cómo salen cada una de las mujeres que van a casa de Nacho, todas ellas tienen una evolución realmente fascinante. Pero un pedazo de momentazo es cuando a mi cuñada se le cae la venda de los ojos y se enfrenta a mí.
• ¿Y esa frase que disfruta como ninguna al pronunciarla en escena?
Hay una muy bestia y muy cruda que le digo a mi madre: “A mí el dinero me importa una mierda, haz con ese cheque lo que pienses que es mejor para mí”. ¡Me encanta porque es mentira, claro! La está utilizando.
• “Todas las mujeres” cuenta ya con un buen recorrido por toda la geografía española. ¿Qué reacción del público le sigue llamando la atención?
¡Que la gente se involucra un montón en la historia! (risas). De pronto empatiza mu-chísimo con las chicas y a mí me coge como mucha tirria, así que hay veces que señoras del público ¡llegan a insultarme! (risas). Y me encanta, porque es como un termómetro para la función. Cuando pasa eso sabemos que estamos tocando las teclas oportunas.
• ¿Qué motivos convierten este re-estreno en una opción irresistible?
El público se va a encontrar con cinco pedazo de actrices y van a verlas en cinco asaltos bregando con este energúmeno. Me encanta ver cómo lo pisotean y cómo él se da cabezazos contra la pared ante estas cinco monstruas que no le van a pasar ni media. Y porque la gente reconoce en Nacho al típico manipulador seductor que te cae bien pero que te la prepara y hay veces que eres incapaz de echarle la bronca porque, bueno, “como es tan majete…”. ¡Y que la gente se lo pasa en grande! Tiene todos los ingredientes para reír, emo-cionarse y vibrar con las mujeres.