Publicado el 01 de Septiembre de 2020
Entrevista a Fernando Cayo por Ternura Negra
Obra: Ternura Negra
“¡Es la primera vez que desarrollo mi papel vía Skype!"
Presentada como una ‘comedia histórica de terror romántico’, “Ternura negra” se adentra en la trágica y fascinante figura de María Estuardo –la última reina de Escocia– y lo hace con un castillo plagado de fantasmas y un autor dispuesto a lidiar con el más allá mientras ensaya –vía Skype– con la pareja de intérpretes. Charlamos con Fernando Cayo, protagonista –junto a Denise Despeyroux y Joan Carles Suau– de este divertidísimo y sorprendente estreno. Por ANA VILLA
¿Cuál es su papel en esta obra?
Interpreto al director y autor de teatro que se va al Castillo de Tutbury para ensayar vía Skype con los actores. Allí no solo está acampado en unas circunstancias meteorológicas bastante complicadas en Escocia, sino que empieza a vivir situaciones paranormales. Es un tipo muy obsesionado que intenta meterse muy mucho en el personaje y, para ello, llega al punto de rozar la locura, una locura bastante infantil, casi naíf, pero muy divertida y cargada de espíritu artístico.
¿¡Vía Skype!?
¡Es la primera vez que desarrollo mi papel vía Skype! Estaré allí con los espectadores pero virtualmente, que es un poco lo que nos ha ocurrido en muchas ocasiones en esta cuarentena. En este sentido, es una obra completamente actual.
¿De qué manera vamos a sentir ese ‘terror romántico’ que destila esta función?
Está el elemento paranormal de querer contactar con el espíritu de María Estuardo, pero además, hay una parte de romanticismo que está implícita en la historia de María, y otra parte de ese romance que se va fraguando en esa conexión online.
En definitiva, ¿qué hace de esta obra algo tan especial?
Denise Despeyroux, que es una de las grandísimas voces jóvenes nuevas del panorama teatral español. Tiene una forma de escribir única, particular. Hay un punto poético, una utilización deliciosa del lenguaje, con unas tramas absoluta-mente locas y divertidas. A mí me hace reír mucho y de corazón, porque es de corazón como ella escribe. Es una pieza divertidísima y entrañable, una obra de esas que te hacen salir del teatro con una sonrisa en la boca y diciendo ¡qué cosa más bonita he visto!
