Revista teatros

 Poco se sabe de las mujeres que han ido rodeando a los personajes ilustres de épocas pasadas, como Manolete. Interpretadas por la también autora de la pieza Alicia Montesquiu, Alicia Cabrera y Ana Turpin, asistimos al retrato de estas féminas valientes, creativas y terribles que, sepultadas dentro de sus casa por la sociedad franquista, acompañaron al famoso torero. Charlamos con Gabriel Olivares, el director de esta esta fascinante historia de amor, sangre y rabos de toro en clave de humor negro, como no podría ser de otro modo. Por ANY POP. Foto: JAVIER BIOSCA.

¿Qué plantea este nuevo espectáculo?

Los sacrificios que tuvieron que hacer las mujeres que rodearon al torero Manolete durante toda su vida. Eso sí, contado de una manera única, como siempre tratamos de hacer con los espectáculos de la compañía TeatroLAB Madrid. Creo que el público va a sorprenderse mucho con este espectáculo que ha escrito Alicia Montesquieu.

¿Qué temas aborda?

Creo que el gran tema de la función es la mujer y cómo nos hemos acostumbrado a su ausencia en la gran y pequeña historia. Alicia Montesquieu es la autora de la pieza pero, además, la veremos en escena.

¿Qué papel realiza?

Interpreta a Manuela, la hermana más esclava de la época, pero sin ser consciente de que está esclavizada. Es el personaje con el arco más contrastado.

¿Qué roles tienen sus dos compañeras Alicia Cabrera y Ana Turpin?

Alicia es Remedios, un personaje muy especial con una discapacidad intelectual que, de alguna manera, le ha ayudado a crearse una realidad paralela –segura-mente como defensa a las duras circunstancias en las que les toca vivir–. Y Ana es Lupe Sino, pareja de Manolete en el momento de su muerte. Representa la belleza y la modernidad. Es el veneno de la libertad en mujeres encerradas en sí mismas.

Para usted, uno de los momentos más llamativos de la función se produce cuando…

Creo que el final que ha escrito Alicia Montesquieu es profundo, sorprendente y poético. Un intento de resarcir a todas estas mujeres invisibilizadas y dar luz a algunos aspectos de la historia de España.

¿Y uno que puede poner la piel de gallina al espectador?

La función ocurre en un falso rodaje de cine, eso nos permite adentrarnos en el propio proceso de creación de la función. Para mí es muy emocionante ver cómo se va construyendo la historia mientras se crea. También creo que el trabajo de todos los miembros del equipo puede llevar a más de uno a montes de verdadera emoción.

¿Qué hace de este show una opción irresistible para el público?

Verán una historia bastante desconocida de las mujeres que rodearon a la leyenda del toreo Manolete y espero que eso les sirva para entender mejor cómo se escribe la historia de un país.

¿Y usted? Aparte de este estreno, ¿en qué otros proyectos podremos disfrutarle en enero?

¡El 17 de enero debuto como actor en el Reina Victoria! Junto a Leo Rivera, con la función “Hamlet soy yo”. Me he atrevido a subirme a un escenario a interpretar a un director de teatro porque creo que la experiencia para el espectador puede ser única. Ahora que la función ya está casi monta-da, no sé si estoy interpretando o estoy en una auténtica sesión de trabajo con un actor. ¡Los límites entre la realidad y la ficción los estamos llevando bastante lejos! Y eso me gusta.