Publicado el 30 de Septiembre de 2019
Entrevista a Israel Elejalde por Ricardo III
Obra: Ricardo III
Hitler, Mussolini, Franco, Stalin... son buenos recuerdos de cómo nos dejamos seducir por personajes de baja catadura moral
Envidias, corrupción de uno y otro color, luchas de poder, codicia, injusticia, fake news, engaños políticos, intereses partidistas… Nos suena, ¿verdad? La cruda realidad que nos rodea en España encaja como un guante con la esencia de este clásico de Shakespeare. Y esto es algo que no ha pasado nada desapercibido para Miguel del Arco y Antonio Rojano, los artífices de esta fascinante versión capaz de adaptar libremente la fuerza del original a una sugerente actualidad bañada por el humor sobre el que se construye un mundo sin atisbo de bondad. Acompañados por el elenco que forman Álvaro Báguena, Chema del Barco, Alejandro Jato, Verónica Ronda, Cristóbal Suárez y Manuela Velasco, ponemos cara a cara a los grandes pilares, protagonista y director, de esta pieza que nos brinda al mismísimo Ricardo III dotado de nuevas luces y nuevas sombras. Por ANA VILLA Fotos VANESSA RABADE
¿Qué esencia del clásico “Ricardo III” original de Shakespeare vamos a encontrar en esta función?
Como en anteriores trabajos de la compañía, la esencia de los clásicos está intacta. Buscamos quitar aquello que consideramos que es anacrónico y resaltar lo que sigue resonando con fuerza en nuestros días. “Ricardo III” habla sobre la ambición y el ansia de poder del ser hu-mano, sobre los mecanismos que somos capaces de activar para alcanzar nuestros deseos a pesar de que eso pueda acarrear el dolor de otros. Todo eso está intacto.
¿Qué aspectos han adaptado a la actualidad en esta versión?
Ricardo se mueve en una sociedad que recuerda a la nuestra. Estéticamente está en un espacio entre el original y nuestros días. El mundo de los reyes sigue estando muy anclado en usos y costumbres de la antigüedad.
¿Quiénes y cómo son el resto de personajes que veremos en escena?
“Ricardo III” tiene más de veinte personajes que interpretamos entre siete actores. Alrededor de Ricardo, se mueven desde su hermano Eduardo –que es el rey al comenzar la función–, Isabel –que es su esposa a la que detesta–, Ana –que es la esposa que necesita Ricardo para ascender al trono– y a múltiples personajes que rodean a estos para intentar estar cerca de poder y medrar: asesinas a sueldo, políticos arribistas, soldados, etc.
¿Qué tienen los malos que nos gusta mirarlos?
La impunidad con la que parecen moverse, la absoluta ausencia de conciencia y su convicción absoluta de qué es lo que quieren. Tienen una enorme fuerza de seducción, desgraciadamente. Detrás de estas personas viene siempre el infierno pero, a veces, preferimos olvidar. Hitler, Mussolini, Franco, Stalin... son buenos recuerdos de cómo nos dejamos seducir por personajes de baja catadura moral.
Uno de los momentos más llamativos de la función se produce en…
La escena con Lady Ana para pedirle matri-monio después de matar a su esposo –¡mítica!– y la escena con Isabel pidiéndole la mano de su hija de ocho años. Son dos de los grandes momentos.
¿Cómo es esa frase lapidaria del texto –digna de ser apuntada– y quién la pronuncia?
“Mañana en la batalla piensa en mí y caiga tu espada sin filo. Desespera y muere”. La dice Lady Ana antes de morir.
¿Qué hace a Miguel del Arco el dramaturgo y director ideal para darle un giro totalmente cautivador a este clásico?
Después de sus versiones de “La función por hacer”, “Veraneantes”, “Misántropo” y “Hamlet”, Miguel ha demostrado con creces su olfato para traer los clásicos a nuestros días y dialogar de manera directa con el espectador de hoy. Tiene un pulso muy atinado siempre y sabe identificar los resortes que hay que tocar para que esas piezas suenen a teatro de hoy y no a un recuerdo del pasado.