Revista teatros

 Abandonó su empleo como mecánico en Iberia para apostarlo todo a la intepretación y no le ha ido nada mal. “Amar en tiempos revueltos”, “Ciega a citas”, “Yerma”, “Extraños”, “Misión Florimón” o “La venganza de don Mendo” son sólo algunos de sus siempre impecables trabajos.

Cuándo ha sido la última vez que ha pensado eso de “la vida sólo se vive una vez” y por qué… (¿Recuerda alguna vez que lo haya dicho y por qué?)

Cuando nació mi hija, no quería perderme ni un solo minuto de su vida, ahora mi vida es suya.

Cuéntennos algo de “Aguacates” para ir abriendo boca…  (qué es, cómo lo definirían, qué nos cuenta, qué tiene de especial…)

Es una comedia donde su juntan muchos ingredientes como: la amistad, el amor, la traición, el miedo, el perdón, el valor, el diálogo…, todo esto bien mezclado, marcará un antes y un después en la vida de los personajes.

¿Qué tenía este proyecto para que decidiese subirse al carro?

El elenco, el guion, el director y sobre todo muchas ganas de hacer teatro.

¿Recuerdan lo primero que pensaron cuando terminaron de leer el texto?

Si, de principio a fin lo leí con una sonrisa en la boca, y pensé que se podría convertir en carcajada, algo tan bueno y necesario.

Háblennos de su personaje, quién es (nombre) y cómo es, cómo lo definiría…

Se llama Marcelino García, padre divorciado y alto cargo político, sobrepasado por las circunstancias y por el gran secreto que ha marcado su vida.

Si le pido una frase de su personaje, me dice…

“Regir el futuro de los españoles no es tarea fácil”.

Y un consejo que le daría a su personaje…

Que rompa sus cadenas. La sensación de libertad le ayudará a hacer mejor las cosas.

Llegarán a Madrid después de estrenar en Valencia. Todos han trabajado en Madrid. ¿De verdad es tan exigente el público de la capital? ¿Cómo imaginan su entrada en el Teatro Príncipe?

El público de Madrid es exigente como todo el mundo. Busca lo que necesita, entretenimiento,  cosas que le hagan pensar y soñar a la vez. Entrar en el Príncipe es un lujo y una responsabilidad, más cuando los compañeros de “Toc-Toc” han dejado el listón tan alto, esperemos que “Aguacates”, también sea una “delicatesen”.

¿Qué nos vamos a perder si no vamos a ver “Aguacates”?

Una oportunidad de pasar un momento de diversión viendo como generaciones y pensamientos diferentes pueden convivir en armonía.