Publicado el 01 de Octubre de 2021
Entrevista a Jesús Cracio por ¿Que no...?
Obra: ¿Que no...? - Naves del Español
“Nuestro montaje es un digno espejo donde reconocer la pacata y conservadora sociedad actual marcada y dirigida por unos gobernantes nefastos”
¿Quién no ha escuchado alguna vez múltiples versiones de un mismo suceso según la persona que nos los cuenta? Es la idea que impulsa este arriesgado montaje escénico basado en el ingenioso libro de Raymond Queneau “Ejercicios de estilo”. Contando con una dramaturgia creada por Antonio Fernández Ferrer, Christian Boyer y él mismo, Jesús Cracio se ha atrevido a hacer realidad este verdadero ejercicio de funambulismo teatral que expone la inquietante visión de la comedia humana comunicativa a través de 8 intérpretes que se despliegan en 34 personajes. Entrevistamos a este apasionado director para descubrir las claves de “¿Que no...?” Por ANY POP.
Esta novedosa creación parte del libro “Ejercicios de estilo” de Raymond Queneau. ¿Qué le conquistó de esta obra para emprender una pieza teatral que gira en torno a ella?
La seducción nace de un reto, de una apuesta. Una conocida periodista apareció con el libro de Queneau en el bar donde solíamos ir todas las noches a jugar al billar. Esa noche ojeé el libro y a la mañana siguiente fui a comprarlo. Una vez leído, me dejó noqueado. Esa misma noche le dije a mi amiga periodista que me gustaría hacer un montaje teatral a partir del libro. Se me quedó mirando y me dijo: “¡no tienes huevos!” (risas)
¿Cómo presentaría este estreno?
Como un juego teatral, un desafío con mayúsculas. Digamos que es casi un espectáculo inclasificable. Ya el libro “Ejercicios de estilo” es inusual e inaudito.
¿Qué elementos definen “¿Que no...?”?
Después de asistir a un concierto donde se interpretaba “El arte de la fuga” de Bach, Quenau consideró que sería muy interesante y apasionado crear una partitura similar pero trasladada al plano literario. “Ejercicios de estilo” es todo un manifiesto en contra de la separación tradicional entre teoría literaria y práctica de escritura. A partir de la construcción de noventa y nueve variaciones sobre la anécdota que sirve de punto de partida, surge este texto sorprendente que aúna ingenio, ironía y sabiduría retórica. Y creo que, siendo fieles a Queneau, al ‘colegio de la patafísica’ (cuyo lema era “siempre la misma pero distinta”) y al movimiento surrealista parisino, nuestro montaje es un digno espejo donde reconocer este movimiento. Un movimiento tan necesario en nuestros días que despertaría el ingenio y la imaginación de la pacata y conservadora sociedad actual marcada y dirigida por unos gobernantes nefastos.
¿Cuáles son los temas que esta función pone en la palestra?
Las distintas miradas que cada uno de nosotros puede ver y narrar de un mismo suceso. El gran abanico de la comedia humana comunicativa y un canto a la fantasía y al ingenio. Aunque nos parezca que todo está hecho, queda aún mucho por hacer. Lo tenemos todo ahí para transformarlo y mudarlo. Veremos 8 intérpretes en escena dando cuerpo a más de una treintena de personajes.
¿Cuál va a ser su labor en la obra y qué caracteriza a este elenco?
La mayor dificultad estaba en crear una dramaturgia espacial –para que los sucesos que se narran nunca parezcan los mismos– y en elegir a unos intérpretes y creadores que entendieran muy bien la propuesta, nada sencilla. Todos se han sentido involucrados en el proyecto desde nuestra primera conversación. Gente dispuesta a ir mas allá de lo normalmente establecido. Siempre he preferido trabajar con intérpretes dispuestos, no los disponibles. Si aciertas en la elección de los intérpretes, tienes un gran recorrido avanzado y todos los que lo forman, en su mayoría muy jóvenes, han respondido a la propuesta con un arrojo, profesionalidad, cariño, dedicación y compromiso, palabras que desgraciadamente ya no cotizan en bolsa.
Además del texto, ¿qué otros elementos dan forma a esta obra y de qué manera?
La música envuelve todo el montaje. Siendo fiel a Queneau, sonarán varias versiones de la “Toccata y fuga en do menor”, de Bach. Oiremos esta pieza transformada en rock and roll, arpa, orquesta sinfónica, piano, trompeta… Escenografía, luz y vestuario son recreados a partir del mundo surrealista.
“¿Que no...?” es una apuesta imprescindible por...
Su singularidad y su imaginación. Un gran reto para los intérpretes que han de cambiar de personaje constantemente y dar cuerpo y voz a diversos tipos de características físicas muy variopintas. ¿Quién no ha escuchado múltiples versiones del mismo hecho según la persona que nos lo cuenta? La gran comedia humana comunicativa. Treinta y tres veces el mismo suceso. ¡Ale hop! El más difícil todavía.