Publicado el 01 de Febrero de 2019
Entrevista a Jesús Noguero por Los otros Gondra
Obra: Los otros Gondra (Relato vasco)
La obra alude a errores del pasado, como el de responder al abuso con más abuso y a la falta de diálogo con más silencio
Si bien muchos le identifican por sus interpretaciones en taquillazos como “Princesas” o “La voz dormida”, Noguero es uno de los actores más prolíficos y consagrados de nuestra cantera teatral. “Ensayo” de Pascal Rambert, “La noche de las tríbadas” dirigido por Miguel del Arco, el “Kafka enamorado” de Luis Araujo o “El alcalde de Zalamea” y “Donde hay agravios no hay celos” para la CNTC son algunos de sus trabajos más destacables. Por ANA VILLA.
¿Cuál es el motor y la esencia de “Los otros Gondra (relato vasco)”?
Borja Ortiz de Gondra trata de analizar y profundizar en las cuentas pendientes de su familia con el telón de fondo de la situación del conflicto vasco, que va desde los años 80 hasta aquí. Es casi un viaje de autoconocimiento donde toca muchos temas universales. Una búsqueda de la reconciliación, un intento de pedir perdón y concederlo.
¿Qué personajes interpreta?
Interpreto al propio Borja, al personaje que vive la aventura, que vuelve de Nueva York a su pueblo a tratar de cerrar ciertas heridas del pasado que han quedado en el silencio. Mi personaje se enfrenta con su madre, su prima… con todos los fantasmas del pasado. En otra vertiente, interpreto a otro personaje que es la conciencia del autor, el que le interpela, le cuestiona, le pregunta.
Para usted, uno de los momentos más llamativos de la función se produce cuando…
Cuando mi prima Ainhoa, que tiene un conflicto enquistado con mi madre, me pide que escriba lo que no se pudieron decir en vida. Una vez que ya mi madre ha muerto, Ainhoa me pide que escriba esa escena que nunca ocurrió, la que nunca consiguieron.
Esta obra se presenta como un soplo de esperanza para que la nueva generación no repita los errores del pasado. ¿A qué errores alude?
Al error de responder al abuso con más abuso, a la violencia con más violencia y a la falta de diálogo con más silencio. La obra nos lleva a ser más capaces de mirar la dificultad propia para exponer el dolor y la vulnerabilidad.
Para usted, una de las frases más interesantes de este texto es…
Me gusta mucho cuando el personaje de Borja –el propio autor– se está cuestionando a sí mismo diciendo: “¿Qué derecho tengo yo a escribir una historia que a lo mejor ni siquiera ocurrió?” y mi personaje le responde: “Ocurrirá en el teatro y eso basta. Se llama autoficción, eso que nos ayuda a vivir”.
Aparte de esta función: ¿en qué otros proyectos podremos verle próximamente?
En “Espejo de víctima”, que se estrenará en la Sala Princesa del Teatro María Guerrero en marzo y que, curiosamente, vuelve a incidir en el tema de las víctimas y los verdugos. Es un texto de Ignacio del Moral dirigido por Eduardo Vasco donde comparto escena con Eva Rufo.