Publicado el 01 de Julio de 2021
El teatro puede ayudar a salvarnos
Anfitrión habla de amor y dualidad. De cómo podemos enamorarnos de la persona con la que estamos pero también de la idealización la misma como si de otra persona se tratase.
Mi personaje es el Dios Mercurio. Se ve obligado a bajar a la tierra y convertirse en criado par ayudar a su padre Júpiter en sus andanzas amorosas.
Creo que el acierto de Juan Carlos es jugar esta propuesta desde la teatralidad, haciendo uso de un código aparentemente sencillo y no por ello menos efectivo. Como director sabe cómo generar un espacio de confianza en el trabajo que fomenta nuestra implicación y creatividad.
Creo que el teatro puede ayudar a salvarnos, sí. Más que nunca necesitamos volver a sentirnos juntos y la oportunidad que el teatro nos ofrece de compartir en tiempo y espacio presentes un tiempo ficticio es única y sanadora.
Es una buena oportunidad de acercarse a esta revisitación de Molière que entre líneas y sin dejar de lado el humor, arroja sabias reflexiones sobre el amor y la lealtad.
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