Revista teatros

 Regresa esta aplaudida obra de Roberto Martín Maiztegui y Pablo Remón que dirige Raquel Alarcón. A medio camino entre el documental y la fantasía, Juan Ceacero y Javier Lara nos cuentan sobre las tablas el auge y la caída de Rodrigo Rato, desde su infancia, marcada por el arresto de su padre, hasta su propia detención. A través de su historia dibujan un retrato de una época de sueños y espejismos, la fiesta de un país que creció disparatadamente y la resaca que llegó después...  Por V. R.

¿Qué les llamó la atención de Rato?

Javier: Que parecía tener el espíritu, formación y carácter perfectos para una derecha realmente renovada y moderada. Le gustaba Lou Reed.

Juan: El misterio de las razones profundas de las decisiones que tomó a lo largo de su carrera y que le llevaron desde lo más alto hasta la cárcel.

“Sueños y visiones de Rodrigo Rato” es...

Javier: Un juego teatral en el que imaginamos lo que nunca podríamos saber de las dinámicas internas que mueven la historia política de este país.

Juan: Nos enfrenta, a través del personaje de Rato, a toda una época que pertenece a nuestro pasado más reciente donde España experimentó su ‘milagro económico’ y la resaca que trajo consigo.

Háblennos de sus personajes, de los personajes que recorren esta historia.

Javier: Rodrigo Rato es el foco y pretexto de esta historia. Para completarla necesitamos dar voz a personajes como Fraga o Aznar y nombrar a figuras como Herrero de Miñón, Felipe González, Miguel Sebastián, Álvarez Cascos, Federico Trillo...

Juan: Yo encarno al narrador que va guiando a Rato a través de su historia personal y a todo un plantel de personajes que pueblan su vida. Es un auténtico lujo tener la oportunidad de hacer personajes tan reconocidos como Aznar sin entrar en la imitación realista.

¿Cómo es el Rato que dibujan Pablo Remón y Roberto Martín Maiztegui?

Javier: Un ser humano y un personaje muy shakespeareano con sus virtudes y sus defectos, con todas sus contradicciones y su sentido trágico.

Juan: Pablo y Roberto han tenido la enorme habilidad e inteligencia de moverse entre lo documental y la ficción, haciendo un retrato sin juicio pero con una mirada muy concreta al estilo de Berlanga y Azcona en sus mejores momentos (que fueron todos).

Si les pido una frase del texto...

Juan: “Las cosas que hemos visto, ¿eh, Rodrigo? Si las contáramos no nos creerían”.

Javier: “La única diferencia entre yo y todos los demás es que yo sé que la carrera sigue”. Rato sirve de excusa para contar algo más grande, toda una época.

¿Qué queda de esa España?

Juan: Estamos atravesando un momento de pandemia mundial que pone al descubierto lo que determinadas políticas provocan en los servicios públicos. Creo que estamos viviendo en la España que se diseñó antes del 2008 y que se actualizó tras las crisis.

Javier: Todo, ¿no? Soy actor no analista político, pero intuyo que todo lo que ha salido, lo que está pasando en España, y lo que queda por salir viene de mucho más atrás que la historia de la democracia.

Aplaudida por el público y también por la crítica, ¿qué tiene esta obra que ha conseguido enganchar tanto?

Juan: Esta obra tiene la fuerza del teatro que habla de nosotros, de nuestra historia, de nuestros personajes, de lo que hemos vivido y estamos viviendo. Pero no sólo desde lo documental sino usando la ficción y el lenguaje del teatro; el humor, la ironía y la inteligencia. Y además, tiene dos actores que salen cada noche al escenario a convertir esa historia en un endiablado juego de complicidad, comunicación y riesgo.

Javier: Que no juzga. Juega con información que todos tenemos… y cada cual que rellene lo que falta. Aunque hable de política, es muy divertida.

Hace pocos días leíamos “Rato abandona la prisión de Soto del Real tras obtener el tercer grado”. ¿Tendremos segunda entrega de estos ‘sueños y visiones’?

Juan: Pues he de decir que tal y como está diseñada la obra no haría falta porque al hablar de una situación que va cambiando con el tiempo el texto también lo va haciendo. Así que estos sueños seguirán actualizándose conforme los hechos vayan evolucionando.

Javier: No lo sé. Lo que sí ocurre es que la obra está viva y la vamos actualizando constantemente con cada nueva noticia. No para de actualizarse sola.