Revista teatros

 Trabajando con la mezcla de lenguajes por bandera y utilizando el arte como gran altavoz de denuncia y cambio social, las hermanas Ariadna y Clara Peya –más conocidas como Les Impuxibles– presentan “Harakiri”, el texto de María Velasco cuya finalidad es liberar de tabús y estigmas todo lo que envuelve el suicidio para cederle espacio y escucha. ¿Es posible que una madre enseñe más muerta que viva? ¿Es posible que el suicidio de alguien nos haga más libres? Son algunas de las cuestiones que plantea el espectáculo. Hablamos de todo ello con sus directoras.  Por ANA VILLA  Foto: NOEMÍ ELÍAS Y XAVI BUXEDA

¿Cómo presentan este espectáculo, cuál es su tema principal?

“Harakiri” es un espectáculo multidisciplinar que habla sobre el suicidio. Combina música en directo, danza, circo y el texto que ha escrito María Velasco.

Aparte del suicidio ¿qué otros temas o sentimientos pone esta obra sobre la mesa?

Habla de la vida, hace la reflexión en torno al derecho a morir. Presenta la relación entre una madre y un hijo. La madre decide suicidarse y vemos a la persona que se queda y todo lo que se encuentra, porque el suicidio es un tema absolutamente tabú, se habla muy poco de ello, además está la creencia del efecto espejo –que si hablas provocas que la gente se suicide más– y es al contrario. El hecho de hablar del suicidio hace que las personas que están pensando en hacerlo o las que tienen gente cerca en esa situación estén mucho más acompañadas, se sientan menos solas y tengan más herramientas para poder afrontarlo.

¿Cómo perfilan a esta madre y este hijo que protagonizan el espectáculo?

La madre se desdobla en muchas otras personas –que veremos a través de los bailarines y la chica que hace el circo, Sílvia Capell–. La obra empieza con la madre ya muerta y veremos al hijo, que tiene que hacer todo este proceso en su casa. La madre se aparece casi como un fantasma y hay una serie de flashbacks que nos llevan a diferentes momentos de su vida, de la vida que compartieron.

Un momento del show que, para ustedes, es realmente increíble:

Cuando hacemos de abuelas –¡que nadie lo sabe! Pero es mi momento favorito–.

Una frase del texto que le parece digna de enmarcar:

“Hay que hablar de la muerte por amor a la vida”.

¿Qué disciplinas artísticas vamos a ver en escena y de qué manera?

Este es un espectáculo en el que intentamos que todas las disciplinas se entrelacen mucho para contar la historia, están muy ligadas las unas con las otras. Tenemos danza en directo, circo y palabra. Y, aparte de esto, el espectáculo es accesible para personas sordas.

¿En qué vamos a notar el genuino sello distintivo de Les Impuxibles?

En la mezcla de lenguajes, en la emocionalidad de la propuesta, porque los lenguajes los sacamos siempre desde un lugar muy poético. Pero, sobre todo, en cómo se entrelazan las disciplinas para contar la historia, porque no se puede contar si falta una de ellas.

En suma de todo, ¿por qué motivos recomiendan “Harakiri” a los amantes del buen teatro?

Porque la pieza trata el tema del suicidio desde un lugar con mucho amor, de manera muy sensorial y puede llegar desde un lugar muy de piel a las personas. Porque hay mucho talento sobre el escenario. Y porque está todo muy cuidado, con mucha belleza.