Revista teatros

 Temperamento, rebeldía, miedos, complicidad y mucho amor del bueno. Perfilada ya como una de las propuestas más apetecibles de la nueva temporada teatral, este cóctel molotov de sentimientos a flor de piel nos brinda el retrato de una familia a lo largo de casi dos décadas de vida. Capitaneados por la sensibilidad de su directora y autora de la versión Magüi Mira, charlamos con los protagonistas de este éxito mundial.

¿Qué historia traslada esta obra y qué sentimientos se respiran en ella?

LUIS MOTTOLA: Es la historia de una familia bastante disfuncional a lo largo de varios años -entre los 60 y los 80- repleta de desencuentros, de complicidades, de grandes peleas, de traiciones y de egoísmos personales. Pero también es la historia de cómo el cariño, en todas sus formas, crea lazos irrompibles a pesar de las dificultades.

LOLITA FLORES: Una familia con sus altos y sus bajos. ¡Es una noria emocional!

ANTONIO HORTELANO: Habla de las relaciones, tanto de pareja como filiales, y de cómo esas relaciones implican y llevan las vidas hacia un camino u otro. Entran muchos sentimientos encontrados, algunos buenos y otros no tanto, pero así somos los seres humanos, ¿no?

MARTA GUERRAS: Sobre todo, hablamos de una madre y de una hija, y de la dependencia emocional de este tipo de relación cuando no se llevan demasiado bien y, sin embargo, se necesitan absolutamente. También hablamos de los grandes temas: del amor en muchas dimensiones, de la vida y de la muerte, y de cómo estas dos mujeres, a diferentes edades y perteneciendo a diferentes generaciones, se van a enfrentar a los diversos conflictos que se les plantean con sus parejas.

¿Cómo son sus personajes?

LOLITA: Aurora es una mujer viuda de ciertos años con una mentalidad algo antigua. Tiene una hija a la que ha educado con mucha disciplina, pero no deja de amarla con locura. La falta de comunicación que había en esa época es lo que hace que sucedan las cosas que pasan en la función. Es una mujer con sentimientos que se enamora, que sufre, que se ríe y que trata de hacerlo lo mejor posible.

MARTA: Emma es vital, joven, luminosísima, llena de vida y de arrojo, muy descarada, le encanta el sexo... y además es inocente, mira la vida sin ninguna doblez. Está muy agobiada con su madre, ansía la libertad y piensa que, casándose, la va a conseguir, pero se va a ir dando cuenta de que no...

LUIS: Garret es un astronauta que descubre que que en el espacio lo único que existe es vacío, nada, muerte, y sobre todo, ningún destino al que llegar. A su regreso, disfrutando de una fama abrumadora, su personalidad se acomoda en la de un vividor soberbio, prepotente, incapaz de amar y de sentir. Tendrá que gestionar cuándo, cómo y qué hará con el afecto. A ver qué ocurre…

ANTONIO: Flap es un profesor de universidad que mantiene una relación con Emma. Juntos aprenderán muchas cosas y evolucio-narán por separado de una manera determinada.

Según su criterio personal, ¿cuál es el gran acierto y el gran error de sus personajes?

LUIS: Su gran acierto es terminar renunciando a una búsqueda sin sentido. Su gran error, todo el tiempo que ha desperdiciado hasta tomar la decisión de hacerlo.

LOLITA: No lo sé muy bien, porque las madres tienen su manera de educar y no se puede criticar. Todos los seres humanos tenemos errores y aciertos.

ANTONIO: Es una persona que vive su vida como quiere y decide vivirla, para bien y para mal.

MARTA: Acierto: cómo se enfrenta a la vida y a las personas, de cara y sin ninguna maldad, sin ninguna doblez. Y su gran sentido del humor. Error: busca la libertad donde no hay que buscar: fuera. Ella no tiene las herramientas para ocuparse de sí misma y le pide desesperadamente a los demás que le ayuden, tanto a su madre como a su pareja.

Uno de los grandes momentazos de la obra se produce cuando…

LOLITA: Así como en las comedias antiguas se abrían y se cerraban muchas puertas y entraba y salía gente, aquí sucede con los teléfonos. ¡Cada vez que suena el teléfono es un momentazo en la función!

LUIS: Cuando los personajes descubren que, a pesar de todo lo ocurrido a lo largo de los años, el cariño entre ellos es indestructibles. Pero no es el único, hay muchos instantes de ‘suddenly’ –de sorpresa– de grandes revelaciones.

MARTA: Cuando la madre, Aurora, tiene una relación con un señor, que es el vecino de al lado, el astronauta. Ellos son mayores, pero se sienten como adolescentes y torpísimos a la hora de tocarse y de expresar lo que sienten. Tienen un grandioso instante en el que a él se le queda la mano encajada en el sujetador de ella (risas). ¡¡Ese momento siempre es maravilloso!!

¿Alguna anécdota vivida en escena entre bambalinas en la gira de esta función?

LUIS: Ya ha habido desgarrones en el vestuario a segundos de levantarse el telón, chichones en la oscuridad, pantuflas de camerino que casi llegan a escena… Aunque ninguna llega al nivel de mi anterior gira, en la que tuve que estrenar con un pie medio roto… ¡pero estrenamos!

MARTA: En San Javier. Estábamos en agosto y hacía tanto calor y humedad que sudábamos a chorro, así que a Lolita se le despegó el micrófono y no sabía qué hacer, hasta que decidió darse la vuelta y dijo: “me lo voy a colgar”. Se levantó Antonio para darle un esparadrapo y yo empecé a decir: “mamá, ¿qué estás haciendo?” mientras que ella no hacía más que subirse el vestido y con esa gracia que tiene le dijo al público: “¡ahora mismo!” Y claro, todo el público muerto de la risa, aplaudiendo, y yo muerta de la risa también. Fue una lección de cómo ponerse un micrófono después de pelearse un buen rato con él. ¡Muy bueno!

En suma de todo, ¿por qué motivos recomiendan asistir a este estreno?

ANTONIO: Porque es una función que habla sobre las personas, sobre cómo somos, cómo nos comportamos. Además, me parece muy importante e interesante la relación que mantiene Emma con su madre Aurora, es el pilar de la función.

LUIS: Porque es una de esas historias grandes de la vida del teatro contemporáneo de repertorio, del teatro en el que se sienten cosas reales desde la butaca. La función se ha trabajado desde una perspectiva distinta y original, y no es una simple traslación de la película, es un texto original, muy teatral, con una carga subtextual muy potente. Es sentarse a ver muchas funciones en una sola, como ver muchas vidas a lo largo de 20 años condensadas en 90 minutos. Los personajes están vivos y las dinámicas en escena resuenan en las butacas. El público está vibrando con nosotros.

MARTA: Es una función para disfrutarla muchísimo porque ríes, lloras, pasas por un montón de sitios diferentes. Tiene como tres partes de comedia y luego tiene un giro hacia un lugar un poco más triste, pero está hecho con muchísima sensibilidad. Y es que, la función es eso: un fragmento de vida de dos mujeres que intentan avanzar y tienen dificultades. Es muy reconocible para todos.

LOLITA: Porque es teatro y hay que verlo para poder criticarlo. El teatro es cultura, magia, es directo y los actores hacemos un esfuerzo tremendo estando ahí de pie cada día, pase lo que pase por detrás, para que la gente se divierta, se lo pase bien y disfrute.