Publicado el 01 de Marzo de 2018
Entrevista a Marlén Fuerte en Los jóvenes de la escena
Obra: Los jóvenes de la escena
Nací bailarina. En ningún momento me he planteado dedicarme a algo diferente, bailar es mi vida, lo que quie-ro hacer, lo que me hace feliz, jamás ha existido un plan B
Fue primera solista del Ballet Nacional de Cuba bajo la dirección de Alicia Alonso donde interpretó “Giselle” o “El Lago de los Cisnes”. Ahora es bailarina principal del Víctor Ullate Ballet.
¿Cuándo y por qué decidiste ser actor, bailarín, intérprete, artista? ¿Tenías o tienes un plan B o ni te lo planteas?
Yo siempre he dicho que nací bailarina… De hecho, en ningún momento me he planteado ser o dedicarme a algo diferente, bailar es mi vida, es lo que quiero hacer, lo que me hace feliz, por eso jamás ha existido un plan B. Desde pequeña, con sólo 5 años, montaba mis propias coreografías para el colegio. Siempre estaba bailando ballet y decía a mi mama que quería ser bailarina de ballet. Para mí es una energía que fluye en mi interior y siento que brota muy intensamente cuando salgo al escenario.
¿Quiénes son tus referentes y por qué?
Referentes como Alicia Alonso con sus clases, ya que me enseño cómo transmitir la musicalidad del baile, la interpretación y la emoción de cada personaje. También Fernando Alonso, que me inculco la diferencia respecto al resto, como transmitir el sentido de la belleza y el movimiento. Juntos me enseñaron cómo con los pies se lleva el ritmo y a la vez con los brazos la melodía. Víctor Ullate, que me aporto perseverancia y que cada baile transmite algo, que siempre hay un sentido. Y muchos profesores de interpretación, preparación física, etc., que me aportaron un pedazo de su esencia. Yo como bailarina jamás dejo de aprender y sentir una nueva forma de baile.
¿Qué es lo más difícil de ser actor? ¿Qué obstáculos te has encontrado por el camino?
Lo más difícil en esta profesión son las barreras que tú misma, en tu cabeza, pongas. Si eres fuerte, tienes seguridad absoluta y crees en ti misma firmemente, todo lo puedes lograr… La primera vez que asistí a una escuela de danza clásica me dijeron que no tenía las condiciones apropiadas para ser bailarina, como escoliosis, rodillas metidas... pero gracias a mi afán y el apoyo de mis padres conseguimos profesores que apostaron firmemente por mí.
Con lo más difícil ya hecho, ¿qué consejo o consejos le darías a alguien que ahora mismo esté pensando en ser actor?
Primero de todo, hay que tener ganas de bailar y un buen oído para la música. Que no renuncien a sus sueños, que trabajen duro todos los días sus ejercicios y sean constantes, que jamás falten a la clase de ballet, que sientan y se alejen de los tópicos y que sean ellas mismas. La danza tiene que ser parte de sus vidas, tienen que sentirla como una extremidad más, su forma de expresarse.
¿Qué esperas de tu carrera, cómo te imaginas el futuro, dónde te ves dentro de 10 años?
De mi carrera espero me siga brindando la maravillosa oportunidad de continuar transmitiendo mi forma de interpretar el baile en cada función. De ver como el escenario se convierte en una fuente de emociones del que el público bebe y se queda por momentos sin respiración. Mi futuro no lo sé… No puedo imaginármelo de otra manera que bailando para mis padres, esposo e hijos.
Tu papel soñado sería…
Una vez me haya realizado como bailarina y experimentado todas las sensaciones posibles en el baile, me gustaría poder llevar la danza clásica a cada rincón del mundo, y enseñarles toda la fuerza del ballet cubano, abriendo escuelas orientadas al ballet clásico y así se formen bailarines nutridos con las raíces cubanas.
Para ti el teatro, la danza es…
La danza es mi vida, lo que siempre quise ser.
Cuéntanos algún proyecto que tengas entre manos.
Hay varias cosas en las que estoy trabajando y poniendo muchas ganas... ¡Cuando llegue el momento se sabrá!