Revista teatros

 Desgarradora e inolvidable. “Bailar en la oscuridad”, la obra maestra con la que Lars Von Trier logró cortar la respiración a los espectadores del mundo entero en el año 2000, llega por fin a las tablas. Reflejada en la soberbia interpretación de Björk e inmersa en la pura emoción que supone saborearse en uno de los mayores desafíos interpretativos de su carrera, Marta Aledo es la carismática actriz elegida para coger el testigo protagónico de este sobrecogedor relato que cuenta con la dirección de Fernando Soto y un elenco completado por Fran Calvo, Luz Valdenebro, José Luis Torrijo, Inma Nieto y Álvaro de Juana. Charlamos con el alma de este cóctel de sacrificio, lucha, poesía, tragedia y belleza deslumbrante. Por ANA VILLA. Foto SOFÍA TORROJA

¿Qué es “Bailar en la oscuridad” y qué historia traslada?

El título es brillante porque lo recoge todo: en lo más oscuro del ser humano, en el dolor más hondo, cuando ya no se puede estar más abajo, se puede bailar y, con ello, sobrellevar la tragedia. Yo siento que hay mucha alquimia en lo que hace Selma con ese mundo y con el imaginario musical. En el horror, ella consigue transformar todo el dolor en algo hermoso.

¿Hasta qué punto este montaje está basado en el mítico filme de Lars Von Trier?

Pasaron muchos años hasta que Lars Von Trier autorizara la adaptación teatral a un dramaturgo de su confianza y, el resultado, tiene la misma esencia, el mismo cuento y los mismos personajes que su película, pero en obra de teatro, que es lo bonito.

¿Qué aspectos de la interpretación de Björk ha querido trabajar para enriquecer su trabajo en este proyecto?

La barbaridad que hizo ella en la película nos está iluminando a todos, pues escarbó muy a fondo y consiguió hacer una cosa muy auténtica, muy honesta y muy pura.  Ella nos ha abierto un camino imposible de copiar pero que nos ayuda a seguir investigando con otras maneras y otros recursos.

¿Qué temas y qué sentimientos destila esta pieza teatral?

El motor de todo es el amor hacia un hijo y el amor en general, lo que pasa es que es un tsunami de horror lo que le va cayendo, en este caso, a Selma y a los personajes que la acompañan. Pero también está el sacrificio, la pobreza, el dinero, la inmigración, la minusvalía, la ceguera, la pena y el corredor de muerte, los juicios injustos, el capitalismo, Estados Unidos, el arte como salvación y la música como herramienta para conectarse con lo bueno.

¿Quién y cómo es su personaje en la función?

Selma es una mujer que se está quedando ciega, cosa que le viene de familia, es algo genético. Desde que se quedó embarazada, ella sabía que a su hijito le iba a pasar, lo cual marca toda la función, porque intenta remediarlo a toda costa y se va a EEUU para pagar a unos buenos médicos y curarle.

Toda su vida trata de ganar dinero para lograr el imposible. La cifra que necesita es imposible, pero ella, cual hormiguita, va pico y pala reuniéndolo. Lo que pasa es que se trata de salvar a su hijo a costa de no verlo. Esto nos va a recordar a muchísimas madres y padres que se van al primer mundo a sacrificar su vida para mandar dinero a sus hijos –a los que no ven–.

El amor a su hijo es el motor que le hace vivir esa vida y hacerlo, además, con alegría. Cuando se agobia mucho, tiene su universo, todo se convierte en música y toda su realidad se convierte en musical. Es un personaje extraordinario, sus reacciones no son lógicas.  A mí me está ayudando ver síntomas del autismo para ver un poco a esas personas que tienen otro mundo aparte de aquel en el que están, un mundo interior. Es un ser especial, mágico, bondadoso, como un hada.

Esta obra trata de buscar la belleza en la tragedia. ¿Cómo lo consigue?

A través del arte, la música, el baile, el ritmo, esas cosas tan primarias que te conectan con tu ser, con el mundo y con la humanidad. La música es sanadora y ella, a través de la música, se conecta con la belleza.

En breves pinceladas: ¿quiénes y cómo son los demás personajes que veremos en escena?

Está Gene, el hijo de Selma, que también se está quedando ciego. Se ha criado en esta extrañeza y muy muy solo. Kathy es la mejor amiga en la fábrica de Selma, su confidente, su salvadora. Brenda –la funcionaria–, Norman –el jefe de la fábrica–, Samuel –director de la compañía de teatro–, Jeff, que es el amor que Selma quisiera tener pero no puede, un ser tan especial como ella.

Una de las escenas más desgarradoras de la pieza se produce cuando…

A partir de la última parte, en la que a ella la meten en la cárcel por un crimen que no ha cometido. El final es lo más desgarrador.

¿Y esa frase que pronuncia su personaje que se queda clavada como un puñal?

Cuando está en la cárcel, ella recuerda cosas: “No le dediqué suficiente tiempo”, hablando de su hijo. A mí esta frase me rompe el corazón porque me recuerda mucho a estas mamis del mundo que dedican toda su vida a trabajar. Y me enfado con la sociedad porque no podamos ayudar a que los hijos estén con sus padres y no a miles de kilómetros sacrificándose.

¿Cómo es la música y la danza en esta función?

¡Una barbaridad! Fernando Soto y su equipo son una maravilla. Toda la composición musical es nueva –no es la de la película– y viene también del mundo de la electrónica, partiendo de los ruidos de la fábrica y de la vida. Hay también una conexión con el jazz. El baile es más teatro físico que danza. No es un musical típico, es otro formato muy interesante.

En definitiva, ¿por qué grandes motivos recomienda acudir a este estreno?

Porque la película es una obra de arte y esta función ofrece otra manera muy apasionada de contarla. Aunque solo fuera por el morbo, yo iría a verla porque es muy interesante, es una adaptación muy potente que maneja temas de los que hay que seguir hablando tal y como está el mundo. Hay que dar un mensaje de amor y esperanza a este mundo. Y porque los actores, así como la música, son espectaculares. 

La conocemos por diversos trabajos en todos los medios escénicos. ¿Cuál de sus personajes de ficción ha obtenido mayor popularidad?

¡No tengo ni idea…! Yo no me siento muy popular, la verdad, pero supongo que la gente ve más la TV que el teatro. En ese sentido, tengo muy reciente al personaje de Tere –“Vis a vis”–, que es mi súper personaje precioso favorito y ha sido muy especial para mí.

¿Y cuál le ha marcado de manera especial (y por qué)?

Todos los personajes que he hecho se me han quedado grabados, al final acabas dejando un cachito de tu vida muy importante ahí, todos me han hecho crecer y me han transformado, son como hijos, me cuesta elegir. Pero con Selma estoy alucinando. Nunca había pasado por tantos estados, contando cosas tan importantes para mí como persona. Está siendo precioso y ¡¡muy intenso!!

Una de sus más locas fantasías como actriz es:

¡Esto que estoy haciendo! Yo no me atrevía a cantar en público hasta hace un mes por vergüenza, ¡lo digo en serio! (risas). Y ahora estoy encantada, feliz y no sé cómo no lo he hecho antes. ¡¡Estoy interpretando un personaje que hizo Björk..!! Creo que ya estoy realizando mi fantasía más loca.