Revista teatros

 ¿Alguna vez has soñado con empezar de cero en otra ciudad? Lo cierto es que “siempre hace falta un golpe de locura para desafiar el destino”, tal y como escribe Máximo Huerta en su novela, la misma que sienta las bases de este fascinante espectáculo musical que transcurre entre los felices años 20 parisinos y la actualidad uniendo las vidas de dos de sus protagonistas. Charlamos con el popular escritor, periodista, presentador y autor de “Una tienda en París”, el musical que aterriza ya mismo en Madrid para embelesarnos.  Por ANA VILLA  

¡Su novela en musical teatral! ¿Qué sensación le produce este hecho y qué expectativas tiene al respecto?

Lo cierto es que, dentro de mi obra, “Una tienda en París” es de las novelas que más teatralidad contiene. Desde ella viajas al París bohemio del arte, los pintores, la música y el espectáculo. Da pie a convertirla en un musical o en una película porque es muy visual. Con respecto a las expectativas, siempre prefiero dejar que fluya la creatividad y disfrutar del camino en lugar de enfocarme solo en el destino. Es importante acudir a ver el musical sin ideas preconcebidas y dejarse llevar por la melodía con la que interpretan esta historia que viaja del presente al pasado.

¿Cómo es la historia que sube a escena?

Es la de Teresa y Alice, dos mujeres separadas por el tiempo y unidas por el destino. Y por París. Dos mujeres fuertes que deciden tomar las riendas de sus vidas, movidas por motivos muy distintos, pero que las acaban llevando a un mismo escenario.

¿Cuáles son los temas y sentimientos que más se palpan en este espectáculo?

A lo largo de la novela hay tres grandes asuntos que mueven a los personajes, pero que, en realidad, mueven el mundo: el amor, la libertad y el tiempo. No sé si en ese orden. El musical consigue trasladarlos a escena y lanza una pregunta clave: ¿Cuántos miedos caben en una historia de amor?

¿Qué otros personajes tienen peso en este relato?

La narración –y por tanto el musical– tiene un reparto coral con personajes secundarios reales que brillaron en el París de los años 20, como la irrepetible Kiki de Montparnasse. Dan contexto a uno de los hilos temporales de la novela, como también, otros ficticios que representan la ciudad en el presente. No obstante, las protagonistas son dos mujeres que unen ambos mundos. Valerosas, decididas, soñadoras. Dice un fragmento de la novela: “No hay nada más bonito que estar en medio de tus sueños y sentir que no duermes, que sigues despierta”.

Esa frase del texto que podría releer mil veces sin cansarse:

Me voy a permitir deciros dos porque creo que aluden muy bien a ese espíritu transgresor, de personajes que deciden vivir el ahora hasta sus últimas consecuencias: “Los únicos límites que uno tiene son aquellos que uno se impone a sí mismo”. Y: “En la vida, lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo comienzo”.

Además del teatro, ¿qué otras disciplinas artísticas complementan este show?

Es una puesta en escena muy visual. El París de los grandes pintores de principios del siglo XX y su explosión estética se sube al escenario. Pero, sin duda, la música hila todo el argumento. Aunque, como disciplina artística, la literatura también está muy presente, ¡por descontado!

En suma de todo, ¿por qué motivos no podemos perdernos este espectáculo?

“Una tienda en París” es una novela muy especial para mí. Acaban de cumplirse diez años de su publicación –lo hemos celebrado con una edición especial que incluye nuevos contenidos– y sigue más viva que nunca. Su relato, a medio camino entre la actualidad y los felices años en los que Montmartre y Montparnasse eran el centro de la bohemia, es evocador. Es el alma libre de dos mujeres que le dieron un giro a sus vidas. Y esa trama inspira esta puesta en escena. Creo que la cultura es transversal y eso hace que la literatura, la pintura, el teatro y la música se den cita para mostrar un espectáculo especial.

¿Vamos a poder disfrutarle en algún otro proyecto actual o próximamente?

Siempre. La vida es una sucesión de planes. Algunos de ellos simultáneos. En la actualidad, atiendo peticiones de toda España porque mi última novela, “Adiós, pequeño”, ha recibido el abrazo de los lectores. Al mismo tiempo, se estrena un programa que he grabado en la Televisión Valenciana con invitados, desde un punto de vista cercano y cordial. Además, ando inmerso en una aventura literaria distinta a todas las anteriores: he abierto una librería en mi pueblo, en Buñol, al que he regresado después de muchos años para atender y cuidar de mi madre enferma. Se llama “La Librería de Doña Leo”, en honor a mi perra. Y sí. En estos días doy los toques finales a mi próxima novela. Se publicará en 2024 y va a ser muy distinta a la última, la cual ya ha alcanzado su novena edición.

El mayor deseo personal de Máximo Huerta en este preciso instante:

Pasar el mayor tiempo posible con mi madre. Estar cuando me necesita, compartir momentos con ella. Conversar o quedarnos en silencio, pero juntos.