Publicado el 04 de Julio de 2018
Entrevista a Mónica Regueiro por Todas las mujeres
Obra: Todas las mujeres
Es una función de actores desprovista de artificios, con un texto inteligente y mucho humor negro
Nacho es un veterinario que se enfrenta a las mujeres que han significado algo importante en su vida. Marga, Amparo, Andrea, Ona y Carmen o, lo que es lo mismo, su amante, su madre, su psicóloga, su ex-novia y su cuñada. Con todas tiene cuentas pendientes que ha de resolver cara a cara. Y ahora es el momento... Daniel Veronese firma la dirección y adaptación teatral de este texto escrito por Mariano Barroso y Alejandro Hernández que primero fue serie de TV y después largometraje. Charlamos con sus protagonistas, los geniales Fele Martínez, Nuria González, Lucía Barrado, Lola Casamayor, Cristina Plazas y Mónica Regueiro.
• Háblennos de “Todas las mujeres” y de esas llagas en que mete el dedo.
Es un gran guion, que pone acento en los personajes protagonistas, muy reales, con sus miserias y sus flaquezas, llenos de aristas y recovecos. Todos podremos sen-tirnos identificados en algún momento con las relaciones entre ellos y las situaciones que se presentan. Es, sobre todo, una función de actores desprovista de artificios, con un texto inteligente y mucho humor negro.
• Nacho va a enfrentarse a las mujeres de su vida. ¿Quiénes y cómo son todos?
Carmen es la cuñada de Na-cho, con la que siempre ha mantenido una relación muy especial. Es la hermana peque-ña y está marcada por las vivencias con su padre y con su hermana. Es un personaje maravilloso porque evoluciona en la función, tiene un arco muy potente y un clic en esce-na que todos los espectadores podrán ver.
• Y una frase ...
“Ya ni sé si eres buena persona”.
• Y al frente del proyecto, Veronese...
Es un lujo. Es un proyecto que se lleva fraguando desde hace varios años y siempre tuve muy claro que quería que Daniel fuese el director, de hecho, espera-mos hasta que las agendas así lo permitieron. Es un magnífico director de actores. Además la versión teatral es suya y eso para mí, como productora de la función, es muy importante. Quería que no fuese un mero encargo, sino algo que de verdad le apeteciese hacer desde el primer momento.
• Supongo que, grandes o pequeñas, todos tenemos cuentas pendientes. ¿Alguna que pueda contarse?
No se me ocurre... Al menos no confesables. He de reconocer que si alguien me ‘hace la pascua’ fantaseo con la idea de la venganza, pero luego se me pasa y no lo hago realidad, nunca merece la pena. Prefie-ro invertir el tiempo en cosas más positivas, lo de destruir… no me motiva lo suficiente.