Revista teatros

 Aunque no lo saben, Amparo y Federico son una pareja en crisis que, además, trabaja en la misma empresa. Una paella con algunos compañeros acaba siendo crucial en sus vidas: Amparo es ascendida y, tras separarse de Federico, le despide. Pero hay mucho más... Víctor Velasco dirige esta comedia, a veces ácida, a veces alocada, que rinde homenaje al teatro del absurdo y reflexiona sobre el papel de la mujer en la sociedad. Tras su estreno en Nave 73 en el marco de Surge Madrid, el nuevo proyecto escénico de Tarambana Espectáculos llega ahora a su casa. Charlamos con sus protagonistas.   Por MARÍA GARCÍA.  

Estrenaron en el marco de Surge Madrid. ¿Qué tal las primeras impresiones?

FABU: La verdad que han sido estupendas. El público ha respondido fenomenal. Ríen, lloran, aplauden a rabiar y al final se comen la paella sin dejar un grano de arroz. Lo están haciendo fenomenal, estamos muy orgullosos de ellos (risas).

NEREA: ¡A la gente le encanta! No pensábamos que fuera a ir mal, intuíamos lo que había entre manos, la sorpresa es que el público esté tan absolutamente de acuerdo con nosotros. 

Una invitación a tomar algo, una comida con compañeros, una cena familiar... ¡Y qué propensos somos a que todo salte por los aires! ¿Por qué nos pasa esto, les ha pasado alguna vez?  

FABU: ¿Quién no ha tenido una trifulca en mitad de una comida? Supongo que estas cosas pasan porque la situación lo permite, cuando compartes tiempo con la gente, pues ocurren cosas. El roce hace el cariño y también hace que salten chispas.

NEREA: Hay gente que no soporta que las cosas vayan bien y tiene que meter la gamba. Es su sino, no sé, no lo pueden evitar.

Nadie mejor que su autor para contarnos qué lleva esta “paella”. ¿De dónde surge la necesidad de escribirla, qué ingredientes tiene, qué cuenta…?

FABU: Esta Paella surge de la necesidad de celebrar la vida. La escribí en mitad de la pandemia después de la muerte de un familiar. Estas experiencias me hicieron reflexionar que lo único que merece la pena de la vida es vivirla. Que el teatro da sentido a mi existencia y que no necesito nada para hacerlo. Solo es ponerse y dejarse. Entonces vuelve el pulso y la emoción. Quien venga a ver esta Paella se va a encontrar una comedia con unos actores que se dejan el alma, con un director que hace una apuesta brillante y con un equipo que se ha derramado en ella. 

Nerea, ¿qué degustación hace de esta obra, qué le remueve? 

NEREA: Casi a modo de slogan te diría: Esta obra es un ejemplo máximo de que NO SE PUEDE ESCAPAR DE LA VIDA. No se puede escamotear, por mucho que alguien lo desee, la vida es una máquina de ingeniería perfecta que se impone siempre. 

La pieza es, dicen, un homenaje al teatro del absurdo, una comedia, sí, pero con más de una reflexión profunda...  ¿Qué grandes temas, qué interrogantes se esconden tras esta historia?

FABU: Es un homenaje al teatro en general, porque para mí el teatro es vida. Y si hablas de la existencia, ¿cómo no hablar de humanidad? Y si hablas de humanidad, ¿cómo no hablar de la falta de ella? Y si hablas de la falta de ella, ¿cómo no abordar la tremenda injusticia que supone ningunear a las mujeres que son más de la mitad de la población? Sus derechos son los míos, no hay más.

NEREA: Que la comunicación sigue siendo un gran misterio por muy definidita que esté, igual que el amor o el impulso de creación y que solo con buena voluntad, vaya como vaya la fiesta,  se puede estar en la Tierra. 

Además, hay un juego casi metateatral en la pieza, ¿qué le aporta al conjunto de la historia?   

FABU: Todo. Es el mecanismo fundamental que articula el texto. Si quiero reflexionar sobre la existencia, no puedo hacerlo sin mirar la mía, y en la mía el teatro es angular.  La responsabilidad colectiva empieza por la individual y para ello hay que mirarse. Y una manera de mirarse es reírte de ti mismo. Me parece más sano, y más constructivo.

NEREA: Como has dicho en tu pregunta es un juguete, no se puede mirar al sol de frente, la metateatralidad funciona como las gafas de sol preparadas para ver el eclipse.

Háblennos cada uno de su personaje. Quiénes y cómo son Amparo y Federico.

FABU: Bueno los personajes son Él y Ella, que son los actores que representan a Amparo y Federico. ÉL y Federico tienen algo en común, y es que son hombres perdidos y equivocados. Tratan de dar sentido a su vida a través de su trabajo y en ese empeño ningunean a la mujer que tienen delante. La diferencia entre ellos es que Él lo hace pensando que hace lo mejor para Ella y Federico solo piensa en su ego. 

NEREA: Amparo y Ella... Amparo tiene una ambición de la que carece Ella. Tiene más miedo y quiere demostrarse que vale. Hay algo en su manera de enfrentarse a las cosas de querer cortar la cabellera, como los indios. Ella es más lisa, hace lo que debe y se pasa los prejuicios por el Arco del Triunfo.

Y al frente del barco, Víctor Velasco...  ¿Cómo es trabajar con él y cómo es la lectura que ha hecho de esta pieza?

FABU: Una delicia. Víctor es uno de los directores más grandes de este país y lo digo a boca llena. Es respetusoso, inteligente, brillante, humano y generoso. Ha sabido bucear en el texto y potenciar toda su riqueza, en ocasiones aumentarla. Para mí la mayor virtud que tiene la puesta en escena es que siendo tremendamente compleja y exigente parece sencilla, ágil y fácil.

NEREA: Todos tenemos un familiar al que queremos muchísimo que además de ser un cerebrito que rezuma talento y fairplay, tiene los conocimientos y la constancia necesaria para llevar las cosas al mejor puerto. Ese es Víctor Velasco. Nos conocemos desde la RESAD, siempre con su afilado sentido del humor y su bondad. Una maravilla Vic. Espero que esta profesión le ponga donde se merece, que es en lo más alto, igual que a Fabu. 

¿Por qué no debemos perdernos “paella”?   

FABU: Porque es una comedia tremendamente divertida. Porque es absolutamente sincera. Porque van a ver algo donde estamos en carne viva. Porque hay música, danza, humor, lágrimas, cabeza y corazón y por si fuera poco se comen una paella. ¿Qué más se puede pedir?

NEREA: Porque es lo mejor de la cartelera. Sin más. Puro teatro.  Del bueno. Como un chuletón.  Y cuando lo comprueben me darán la razón.  

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