Revista teatros

¿Recuerdan la primera vez que leyeron “La ternura”? ¿Qué pensaron, qué les provocó?

Sorpresa y fascinación.

Después de dos temporadas en La Abadía y media España, después de premios y parabienes de crítica y público, igual sus actores conocen el secreto del éxito. ¿Lo comparten con nosotros?

Los factores que entran en juego son siempre los mismos. Pero en este caso la combinación ha sido perfecta.

Para aquellos pocos que aún no la han visto, ¿cómo definirían “La ternura”, qué es?

“La Ternura” es una divertidísima y deliciosa comedia romántica y de aventuras escrita a modo de cuento shakespiriano.

¿De qué habla “La ternura”, qué temas trata, a qué nos enfrenta?

Habla de la familia. De la hiper protección de los padres hacia los hijos. Del conflicto generacional. De la transición que va desde el rechazo a la aceptación del otro y de uno mismo, y ante todo del amor. 

¿Dónde encontramos a Shakespeare en “La ternura” y de qué obras encontraremos su eco?

Lo encontramos en la estructura del texto y la sonoridad del mismo. Con ecos de sus comedias. Las nombramos todas a lo largo de la obra.

Todos conocen muy bien a Alfredo Sanzol, forman parte de su gente de confianza. ¿Dónde está Sanzol en esta obra y cuál es su gran acierto?

En esta obra Alfredo está en todas partes. Ha sido vital desde la dirección para sentir la obra como nuestra.

Sanzol firma, pero también dirige. ¿Cómo es un ensayo con él, qué le define como director?

Este es mi 10º espectáculo con Sanzol y siempre es diferente. En este proceso ha sido un director tranquilo seguro y abierto a todas las propuestas. 

Háblennos cada uno de su personaje: quién es y cómo es, qué le mueve…

Soy el Leñador Verdemar y llevo 20 años en la isla por decisión propia fiel a las ideas radicales de mi padre. La llegada de los náufragos provoca en mí una crisis de valores y una transformación total.

Si tuviera que rescatar una frase que diga su personaje en la función (la que sea, la que más le guste, la que más le conmueva…), ¿cuál sería?

 “Querido volcán que duermes sigue durmiendo, aunque me gustaría que una gota de tu lava iluminara la oscuridad de este pozo de dudas en el que he caído”.

La última, la de siempre, ¿por qué no debemos perdernos “La ternura”, por qué es un planazo para septiembre?

Porque es un espectáculo creado para compartir con uno mismo, los amigos, la familia o tu pareja. Lo tiene todo para todos y todos los días del año. Y ante todo es pura diversión de los sentidos.