Revista teatros

 Si últimamente te despiertas pensando ‘uf, otro día más’, si cuentas los días para que llegue el fin de semana, si te pasas más tiempo con Netflix que contigo mismo y tu gente… ¡este es tu show! A lomos de las risas generadas con “La noche de Parrado” y “El peliculero”, este abogado de formación y showman de corazón llega a Madrid con “Buenrollistas”, un nuevo y efectivo show que te ayudará a reenfocar tu día a día de una forma más positiva, pues descubrirás que solamente hay una persona responsable de tu felicidad y… ¿adivinas quién es? Tú mismo.  Por ANY POP Foto: EYESSSENCE

¿Qué se le pasó por la cabeza a un abogado como usted para acabar fabricando risas encima de un escenario?

¡Pensé que con esta cara ningún juez me tomaría en serio! (risas). Bromas aparte –o no–, el proceso mental fue más sencillo de lo que parece: conecté a raíz de un accidente que tuve con lo que siempre me ha hecho feliz, que es hacer reír a la gente y, a partir de ahí, decidí dar un cambio en mi vida y apostar por lo que realmente me apasiona. Ya lo dijo Confucio: “Encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”.

Somos muchos los que disfrutamos de “La noche de Parrado” y “El peliculero”, pero ahora recibimos en la Sala de Humor Fuencarral “Buenrollistas”: ¿cómo presenta este espectáculo y cuál es su objetivo?

Este espectáculo llega desde una madurez distinta a nivel personal que se refleja en lo artístico sobre el escenario. Si en “La noche de Parrado” quería conectar desde el humor con el público y en “El películero” desde la emoción, en “Buenrollistas” quiero hacerlo desde la reflexión, desde una mirada introspectiva pero con tintes optimistas, que no ilusos. Es un espectáculo donde hay humor y verdad. Ambos se dan la mano desde el minuto uno. Creo que la esencia del show es precisamente la autenticidad y esa es un arma muy poderosa para hablarle al público.

Usted mismo aseguró en una conferencia TedX que ‘quien ríe poco, vive a medias’. ¿En qué se basa?

Me baso en mi propia experiencia vital y en la observación del entorno. Vivimos –en general– en una rueda con patrones repetitivos y un piloto automático que solamente desconectamos en vacaciones. Se nos olvida reír a diario porque nos engulle el estrés, las prisas, la presión, los horarios, las obligaciones, etc. Y creo que es necesario recordar lo importante que es conectar con emociones positivas como la risa, no solamente porque genera muchos beneficios a nivel fisiológico, sino porque te ayuda a contemplar la vida desde una mirada más cálida, menos gris y más juguetona. Desde el momento que se nos olvida que hay un niño interior en nosotros que desea disfrutar, reír, emocionarse… estamos perdiendo horas de vida.

Una de las frases magistrales de “Buenrollistas”:

“Yo siempre quise ser un sugus de piña” (y hasta aquí puedo leer).

Un momentazo del show que nunca falla:

Hay varios momentos en los que la conexión es increíble, pero me quedo con dos de ellos: el de “Forever Young” y, sin duda, el final…(si te lo cuento aquí, tendría que matarte después)(risas).

¿Qué tres personajes públicos del panorama nacional o internacional son para usted auténticos buenrollistas profesionales y por qué?

El primero es Joaquín, jugador del Betis. Poca gente transmite tan buenrollismo como este buen hombre (risas). Es pura alegría y espontaneidad. Es un niño grande al que no se le ha olvidado disfrutar. El segundo es Keanu Reeves, una persona que, si le escuchas, te darás cuenta de lo trabajado que está internamente y que sus discursos tienen mucha sabiduría intrínseca. Me gusta mucho todo lo que dice pero, sobre todo, me encanta lo que desprende. Hay mucha espiritualidad en él. Y el tercero es Manu Carrasco, cantante del alma. Sus canciones son pura poesía. Le pone corazón a las letras y palabras a los sentimientos y, desde ahí, se gana a las personas. Desprende verdad y sobre todo amor e ilusión. Lo admiro mucho por todo lo que genera de positivo en las personas.

En suma de todo, ¿por qué recomienda “Buenrollistas” a los amantes del humor en las tablas?

Lo de recomendar uno mismo su propio espectáculo siempre resulta difícil porque no existe objetividad ninguna (risas), pero si tuviera que dar un argumento para ir a verlo sería el siguiente: “Buenrollistas” es un show de humor y verdad que pretende que el público conecte con la mejor versión de cada persona, que salga mejor de como ha entrado. Porque ser buenrollista es una elección personal que está al alcance de todos –y que solamente depende de uno– pero, a veces, es necesario tener un tiempo y un espacio para recordarlo. La pregunta es…¿por qué no hacerlo en un teatro?