Revista teatros

Una de las razones que tuvieron usted e Israel Giraldo, gestores de este proyecto, cuando abrieron las puertas de El Umbral de Primavera fue generar una escuela propia. ¿Por qué no ‘conformarse’ con un espacio de exhibición, por qué apostar por la formación y cuáles son las señas de identidad de esta escuela?

Nuestro espacio desde los inicios apostó por la formación con docentes y directores que buscan  caminos y lenguajes de entrenamiento muy diversos, priorizando su particular mirada.

Por nuestra parte, El Umbral, al impulsar unos Laboratorios hace unos 5 años junto a Xavier Ariza, surge la necesidad de abrir un espacio de investigación exclusivo para los actores, cuya finalidad es desarrollar su imaginario su poética.

¿Hay diferencia entre un actor digamos autodidacta y un actor que se ha formado en una escuela de interpretación? ¿El público lo nota?

El público en general solo busca una experiencia, una emoción, un encuentro y si los generadores de esa experiencia tienen una formación independiente o formal, no entra en esa valoración.

¿Qué herramientas diría que son imprescindibles para su oficio?

 Hay algo intangible en el arte de la actuación que solo se puede abordar en el trabajo y búsqueda permanente del ese motor físico y emocional. Como la vida misma, uno va creciendo y descubriendo con la experiencia.

Cuando uno toma la decisión de formarse, de ingresar en una escuela, de apostar por un curso, ¿qué ha de tener en cuenta a la hora de elegir uno u otro?

Estará supeditada casi siempre por su deseo y compromiso. Ahora, no se debe descartar opciones o caminos.

Uno de los pilares de la formación en El Umbral de Primavera es el curso Pensar con el cuerpo. ¿Qué ofrece este curso a los alumnos?

Pensar con el cuerpo  abre la oportunidad de perderse para descubrir nuevas realidades en los procesos de investigación. Una aventura que no es en solitario, la sorpresa es casi permanente. Un juego de espejos y poesía. El mapa será dibujado por Jorge Sánchez, Raúl Marcos y Jesús Barranco, los guías  en esa exploración de uno mismo y con el otro, para finalizar la experiencia con la presencia de público. Ya vamos por la tercera edición

¿Cómo describiría la línea pedagógica del curso, qué le diferencia de otros, cuál es el plan de trabajo y las bases en las que se asienta?

 Los cimientos son el cuerpo como campo de emociones y el imaginario como poética propia de cada uno/a. Cada edición inspira la siguiente. Textos, objetos y el espacio, herramientas indispensables para empezar a caminar en la idea de creación.

Como decíamos no es la única opción que ofrece El Umbral… Cuéntenos brevemente qué otros cursos se imparten en septiembre y los próximos meses.

En septiembre Enrique Bustos de Cía La Zaranda, durante tres meses nos sumerge en su mundo onírico. Pensar con el cuerpo retoma la segunda edición  post-pandemia y en Enero comienza su tercera edición.  Contaremos con dos cursos de Dramaturgia virtual, una de forma personalizada con Fernando Ferrer, docente y director argentino y otra grupal con Albert Tola y Rodrigo García Ordaz de Cía Nigredo de Barcelona y Madrid. También de manera virtual Albondigas Producciones impartirá curso de producción y público. Octubre lanzamos cursos anuales, Carlos Tuñón dos cursos de dirección de distinto nivel e Ivan Bilbao un curso de Creación y otro de Laboratorio.

Una última pregunta que tiene que ver con estos meses que hemos vivido de confinamiento… En el caso de que la situación volviese a repetirse, ¿cómo se encararía la formación, de qué forma los alumnos podrían continuar con los cursos que ofrece El Umbral de Primavera?

Cada curso tiene su particularidad y será el profesorado que busque la forma de continuar sin perder su esencia. Nos pasó con el curso Pensar con el Cuerpo, que nos abrió unos caminos jamás imaginados y tan sorprendentes que no dudamos en repetir  si la realidad se impone.

Pero será el propio docente que busque la manera de enfocar y descubrir su mejor herramienta.