Atchúusss!!!

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Publicado el 01 de Junio de 2015

Ernesto Alterio

Obra: Atchúusss!!!

Este montaje tiene una bonita alquimia entre lo popular y lo culto

¿Qué tiene “Atchúusss!!!”?

La calidad, la universalidad y la hondura de Chéjov, la calidad de mis compañeros, el director y una propuesta que tiene una bonita alquimia entre lo popular y lo culto. También el aliciente de estar a cargo de la música.

¿Cómo se articula el espectáculo? ¿qué vamos a ver sobre las tablas?

Se ha creado una dramaturgia en relación a un viejo acomodador que fue actor y una especie de ensoñación o sueño etílico donde se le representa, se le aparecen unos seres que son como duendes del teatro que empiezan a representar escenas de su vida o escenas que han tenido que ver con su vida de actor, que son estos cuentos cortos de Chéjov. Este acomodador hace un viaje alrededor de su pasado a través de estas historias y termina conciliando algo que estaba turbio en su interior. Es una especie de viaje iniciático de este hombre a través de esas historias.

Háblenos de sus personajes.

Hay uno central, que es una especie de ser extraño, medio diabólico y santo, capaz de lo más sublime y de lo más vulgar. Es un personaje muy lúdico y con mucho contacto con el público y es también el pianista de la función. Después interpreto a Gregorio Smirnov en “El oso” y a un banquero indefenso.

También es importante la música.

Está compuesta por Mariano Marín, un músico que me encanta. Es muy narrativa y a otros niveles también estoy contando cosas con el piano. Es un viaje muy enriquecedor y tengo todo un mundo ahí para investigar.

Otro aliciente es su hermana...

Al principio tenía algo más de respeto por eso de mezclar la familia con trabajo, pero está siendo muy placentero y un gusto poder disfrutarla como compañera y como actriz.

Sus primeros trabajos profesionales se remontan a los 90 –“Tango feroz”, “Morirás en Chafarinas”-. ¿Cómo recuerda hoy a aquel joven, qué le diría si lo tuviese delante?

No le diría nada, sigo igual. Sigo con la misma pasión y el mismo entusiasmo y las mismas ganas de seguir avanzando y aprender de entonces. Eso está intacto. Entonces tenía más dudas, quizás una exigencia demasiado desmedida, ahora eso se ah colocado de otra manera. Sigo siendo súper exigente pero no sufro tanto.

Chéjov había escrito estos textos mientras estudiaba medicina para ganarse la vida y contribuir al bienestar familiar. ¿Qué ha tenido que hacer usted para ganarse la vida antes de ser actor?

Cuando emepzaba he hecho de todo, camarero, recoge vasos, haciendo encuestas, trabajé en el Burger King hasta que me echaron porque rompí la máquina (risas). Luego empecé a hacer cosas más relacionadas, trabajé en El pasaje del terror, animaciones, de payaso, todo tipo de cosas así…

¿Cómo vive ahora los momentos previos a un estreno?

De la misma manera, con la misma ilusión y el mismo vértigo que siempre. Es un momento muy especial porque la obra está a punto de nacer, todavía no ha nacido, termina de nacer cuando se confronta con el público y es un momento muy especial. Y yo siento que si no tuviera esos nervios o no sintiera ese vértigo no estaría bien, porque yo siento que un actor para que sea interesante se tiene que jugar cosas ahí arriba.