Publicado el 31 de Agosto de 2017
Esperanza Elipe
Obra: El florido pensil. Niñas
La educación en los años 50 y 60 aleccionaba a las niñas para ejercer el que decían era su principal cometido: dar hijos a la patria
¿Qué es, qué va a ofrecer “El florido pensil, niñas” y cuáles son sus puntos fuertes?
Es una comedia en la que se cuenta cómo fue la educación en los años 50 y 60 en la España de Franco y cuáles eran las consignas aleccionadoras que se recogían en la Enciclopedia Álvarez aquel libro “único” y cómo se orientaba psicologicamente, en este caso a las niñas para ejercer el que decían era su principal cometido: dar hijos a la patria.
¿Quién y cómo es su personaje/s?
Es Paloma Castels como dice en el libreto, es la niña rica, mimada, listísima, que se “malogra” en esa escuela de barrio. Es de origen catalán, sus padres trabajan en buenos puestos del Régimen, tiene chacha en su casa... y piensa que todo podría ser así para las demás si sus familias fueran fieles a la ideología franquista. También hago una Inspectora de educación que es una mujer falangista hasta la médula que repasa con las niñas la historia de España, a su modo claro.
Uno de los detalles que la función refleja de ese patriarcado educativo de posguerra, el que más brutal le parece, es:
Hay muchos pero a mi me pone los pelos de punta cuando en el consultorio aquel de Elena Francis aconsejaban a la mujer maltratada que no llevaran la contraria al marido y contaran el caso a su confesor.
Una de las escenas más impactantes o divertidas que interpreta es aquella en la que…
Todas son divertidas la verdad. Me gusta un momento que se sale de lo divertido y entra en lo impactante, es un ataque verbal a una compañera, algo que hace mi personaje utilizando argumentos que ha oído a sus mayores y que no sabe justificar más que con más palabrería, es un momento de pellizco en la función.
En su opinión: ¿qué queda en la sociedad de HOY de todo aquello, qué aspecto de aquella educación seguimos acarreando y que podría mejorarse?
Queda mucho por hacer y sobretodo hay que estar atentas para no ir hacia atrás en lo conseguido. Estamos en ello. Es una lucha lenta la de despertar conciencias adormecidas en la resignación.