Publicado el 01 de Marzo de 2015
Fernando Albizu
Obra: Trágala, Trágala
Me gusta la parte payasa de la vida, a casi todo le suelo encontrar un punto gracioso
Cuentan que cuando Mel Brooks vino a Madrid en 2006 al estreno de “Los productores” se quedó tan prendado de este vitoriano que no hubiera dudado en llevárselo a Broadway. Aunque el gusanillo de la profesión le picó después de empezar Arquitectura y estudiar Diseño de Moda, ya nunca le abandonó. Le hemos visto tocando todos los palos: desde aquellos primeros cabarets al cine –“Gordos” le valió la nominación al Goya y el Premio de la Unión de Actores al mejor actor de reparto–, la TV –“Doctor Mateo”, “Casi Perfectos”...– y el teatro –“El inspector”, “Luces de Bohemia”, “Rumores”...–. Ahora se pone a las órdenes de los ‘cracks’ del humor Juan Ramos de Yllana y los chicos de Ron Lalá para contarnos que la historia siempre se repite...
¿Qué vamos a aprender de la Historia de España con este montaje?
El público va a enterarse de cosas que no sabe, sobre todo, de que la culpa de todo la tenemos el pueblo. Vamos a ver parte de la Historia de España y muchas coincidencias con el momento sociopolítico actual. Es una maravillosa locura de tres locos: Íñigo, el autor, Juan Ramos de Yllana y la música de Ron Lalá. Hay mucha sátira, mucha ironía… El público lo va a pasar muy bien.
Háblenos de su personaje.
Mi personaje es Fernando VII, alias ‘El Deseado’, alias ‘El Felón’… Fue un rey demócrata, un rey absolutista, un rey que trajo a los franceses, un rey que se los llevó de España, el más odiado, el más deseado en su momento y el que con peor fama ha pasado a la Historia de España.
Una obra de Íñigo Ramírez de Haro levantó ampollas en 2003. ¿Ésta también puede ‘doler’?
Cuando las cosas duelen es porque te tocan. Es posible que haya gente que se sienta identificada porque se tocan todos los palos. Se dice, por ejemplo, que la “Inquisición es un estado permanente de la España actual”… Hay muchas cosas que van a tocar porque son muy cercanas. No hemos cambiado tanto en estos doscientos años.
¿Vamos a ser capaces de reírnos de nosotros mismos?
El que tenga sentido del humor sí, el que no se sentirá absolutamente ofendido.
¿Quién o qué le hace reír a Fernando Albizu?
A mí casi todo. Pasa una mosca y me río (risas). Me gusta el humor inteligente, pero también las tonterías. Me gusta mucho la parte payasa de la vida, a casi todo le suelo encontrar un punto gracioso.
El Trágala fue una canción que los liberales españoles utilizaban para humillar a los absolutistas. ¿A quién o a qué se la cantaría hoy Fernando Albizu?
Ufff, a bastante gente (risas). A la intolerancia, a la estupidez, a la falta de información, a la gente que habla sin saber…
Estudia Diseño de Moda, va a hacer un vestuario para una obra y acaba...
En el escenario, de mano de Karola Eskarola. Fue muy divertido, pero algo absolutamente inconsciente (risas). Ahora casi sería incapaz. La inconsciencia es que es muy atrevida (risas).
Siempre recordará con cariño...
Precisamente el arranque, porque lo vives todo con más intensidad. De alguna manera eres más ignorante y ¡bendita ignorancia! No tienes una autocrítica que te haga poner freno a las cosas.