Publicado el 31 de Agosto de 2017
Itzan Escamilla
Obra: Los universos paralelos
He conocido un poco lo que es haber causado tanto dolor y es muy duro
Estrenaron este bello texto en marzo en Avilés y ya han girado por algunas ciudades. ¿Cómo ha ido, cómo ha reaccionado el público y qué esperan de Madrid?
Ha ido bastante bien, la reacción del público ha sido bastante buena y los teatros estuvieron bastante llenos. Estos primeros teatros de calentamiento ha ido bastante bien y en Madrid esperamos más de lo mismo.
¿Qué es “Los universos paralelos”, qué nos dirían de esta obra?
Es una obra que trata sobre el dolor que está llevando una familia debido a la pérdida de un hijo pequeño. Trata sobre todo del dolor, pero lo hace de una manera que no es pesada para el público, tiene momentos también cómicos y momentos también de respiro para que no sea todo el rato un gran dolor.
¿Es una obra incómoda al tratar de un tema tan duro?
No, es una obra que tiene momentos incómodos y momentos cómodos, tiene de todo.
Itzan Escamilla –“Víctor Ros”, “Mar de plástico” y “Seis hermanas”– es David Romero...
Mi personaje es David Romero, que es un chico de 19 años que accidentalmente un día iba conduciendo en su coche y pasa por la casa de esta familia y atropella al hijo pequeño. Es el que de alguna manera causa la tragedia, pero es un chico bastante inteligente, un chico que quiere ser escritor y es un chico especial, es diferente al resto de chicos de 19 años. Es un chico con mucho coraje porque cuando le pasa esto es capaz de ir a la casa de la familia a intentar pedirles perdón.
Una frase de su personaje… (la más conmovedora, la que más le guste, la que más lo defina…)
Yo me quedaría con una frase que le dice a la madre del niño en una conversación que tienen. Están hablando del libro, de “Los unviersos paralelos”, que es el libro que escribe David Romero a la familia: ”El universo es infinito, por lo tanto en cualquier parte de este universo puede haber dos personas como usted y como yo llevando vidas distintas o a lo mejor parecidas”. Con eso le quiere decir que a lo mejor en otro universo paralelo hay una versión de nosotros que no han sufrido lo que han sufrido en esta.
Imagino que preparando esta obra se les habrá pasado por la cabeza cómo reaccionarían ustedes, si serían capaces de reconducir su vida. ¿Llegaron a alguna conclusión? // Cuando han tenido que hacerlo, ¿cómo han reaccionado ante la muerte de un ser querido? ¿Qué particular reflexión saca usted de este texto, con qué mensaje se queda?
Yo saco que tenemos que valorar lo que tenemos ahora mismo porque cuando se pierde algo tan importante el mundo se nos viene encima y después de haber leído esta obra, de hablar con un psicólogo, que se llama David Pulido, para que nos orientara un poco en el dolor y en la culpa, hemos sacado sobre todo mucho dolor y mi personaje mucha culpa, que es su sentimiento principal. Yo he conocido un poco lo que es haber causado tanto dolor a una familia y es duro.
He leído que un psicólogo especialista en apoyo a familias traumatizadas después de ver la obra les dijo que podría ser incluida en sus terapias. ¿Eso vuelve a demostrar el valor, a veces, terapéutico del teatro? Imagino que también les aporta un plus de satisfacción…
Sí, es que la obra no es todo el rato ese dolor tan pesado, sino que sobre todo el final de la obra es terapéutico es una puerta de esperanza, a la familia y al público. Es muy bonita por eso, porque no te quedas con ese retorcimiento de corazón todo el rato sino que luego respiras.
¿Por qué no debemos perdernos esta obra?
Porque aparte de ser una obra maestra, es una obra muy bonita, que va a hacer reír, llorar, pensar y que vais a salir modificados del teatro.