Publicado el 01 de Marzo de 2015
Javier Gurruchaga
Obra: Pluto
Hay cantidad de guiños que tienen que ver con tal partido, con el otro, con ‘podemos’, ‘sonemos’, ‘robemos’… ¡todos los ‘emos’ están ahí metidos! (risas)
Líder de la Orquesta Mondragón, pieza clave de mitos televisivos como “La bola de cristal” o “Viaje con nosotros” y showman de pies a cabeza, este actor de cine –“Tirano Banderas”– y teatro –“Una pareja de risa”– regresa a las tablas madrileñas con el último espectáculo de Aristófanes y nos invita a la fiesta de la utopía. Una fiesta donde la pobreza podría estar erradicada y la riqueza lejos de abusos, exclusiones, trampas y mentiras. ¿Se imaginan?
¿Qué es “Pluto”?
Una obra de hace 2500 años que tiene una enorme vigencia, con la que está cayendo. Aristófanes hizo una comedia en la que nos anunciaba lo que pasaba entonces, lo que ha pasado a lo largo de los siglos y lo que pasa ahora más que nunca. No hay más que abrir el periódico. Y en esta fábula entra todo: los pobres, el reparto injusto de la riqueza, ver cómo estaba constituida la sociedad entonces, igual que ahora, con tanto paro y tanta miseria. Ésta es su última obra y Emilio Hernández ha añadido elementos de obras pasadas en esta versión.
Háblenos de su personaje...
Pluto es el dios del dinero. En esta fábula estupenda yo me desdoblo en dos personajes antagónicos: el dios de la riqueza, que es bueno, y la diosa de la pobreza, que no lo es tanto. Ese desdoblamiento es un poco también el leitmotiv de la función, la contradicción, que es la vida misma.
Además, se ha encargado de la música. ¿Cómo es esta banda sonora?
He hecho la música con Marco Rasa, compañero mío en la Orquesta Mondragón, alrededor de nueve canciones que subrayan un poquito y a cada momento lo que está contando Aristófanes.
Aparte del gran elenco, la dirección corre a cargo de Magüi Mira. ¿Qué ha sido lo mejor de trabajar con ella?
Sobre todo es una mujer que está siempre del lado del actor. Ella es actriz y, aparte de dirigir, sabe lo que sufre, padece, lo que cuesta sacar un papel en sus propias carnes. Esa familiaridad ha sido lo mejor.
“Pluto” se estrenó en el ‘escenario de escenarios’, en Mérida, el pasado verano. ¿Cómo vivió esta experiencia?
Para mí fue la tercera vez, ya lo hice con “Golfos de Roma” y, después, con “Quo Vadis”. Es una auténtica maravilla poder estrenar en ese marco maravilloso y dentro de poco desembarcar, por fin, en Madrid, en La Latina. ¡Y en eso estamos! Ésta es una larga y suntuosa carretera y ojalá que dure. La idea es estar hasta el mes de junio.
¿Qué guiños a la actualidad podemos esperar en esta función?
¡Muchos! Cantidad de guiños que tienen que ver con tal partido, con el otro, con ‘podemos’, ‘sonemos’, ‘robemos’… ¡todos los ‘emos’ están ahí metidos! (risas). Y también se habla de los populismos y las demagogias, los políticos, los oligarcas… Aquí Aristófanes no se casa con nadie y deja muy libre al espectador para que saque sus propias conclusiones.
Pasando de las tablas al escenario musical, “Liverpool Suite” da título a su último disco, editado en 2013. ¿Está ‘cocinando’ algún nuevo proyecto en este otro campo?
Sí, estamos preparando un nuevo disco de la Orquesta Mondragón que hay que terminar de grabar entre México y Madrid, dentro del tiempo que me deja el teatro. Ahora, en cuanto haga unos conciertos que tengo pendientes en México, nos pondremos en seguida con los ensayos generales.
Si le concedieran un deseo, ¿qué pediría?
Tendría que ver con la función y, como dice la canción con la que terminamos el espectáculo, “lentejas y libertad”, ¡¡que haya lentejas y libertad para todos!!, que es lo más importante, poder comer, tener trabajo y libertad para elegir y tener realización personal.