Revista teatros

 Su caballo de batalla sigue siendo la bajada del IVA cultural, de lo que habla constantemente. Y es que si alguien es consciente de lo que su subida ha supuesto es Jesús Cimarro, uno de los productores teatrales más importantes de nuestro país. Pese a todo, hoy nos habla con la satisfacción del trabajo bien hecho. Cierra la 61ª edición del Festival de Mérida, cuya dirección asumió en 2012 en medio de su decadencia, con unas cifras de récord. Charlamos con él de esta mágica cita, de la profesión y de lo que nos depara la nueva temporada.

La entrega de los Premios Ceres pone el broche a una nueva edición del Festival de Mérida. El balance es...

Los números provisionales dicen que ha habido un aumento bastante considerable de espectadores en todos los espacios y que superarán a las cifras, que ya fueron muy buenas, del año pasado.

En 2012 asume la dirección de un festival en franca decadencia...

Cogí un festival que estaba en la ruina, con una deuda de cuatro millones y medio y en estos momentos todos los años se ha generado un superávit de taquilla bastante alto. Lo más importante es que el festival tenía 52.000 espectadores y en estos momentos estamos llegando a los 140.000. Eso en plena crisis y con un IVA que ha subido al 21%.

¿Cómo se convence a los mejores para que vuelvan?

Con complicidad y pidiéndoles que hagan una apuesta por el proyecto. El Festival de Mérida no podía desaparecer, hubiera sido un fracaso de toda la profesión teatral. El Teatro Romano tiene una capacidad de 3.050 localidades y programar un espacio tan grande no es nada fácil. Hemos respetado la esencia grecorromana y hecho espectáculos para una gran mayoría.

¿Y a la gente para que vaya?

Haciendo a los espectadores ofertas atractivas de textos y de equipos de dirección que les atraigan y les interesen.

¿Cuántos espectáculos ha visto?

Entre Mérida y las extensiones, se han programado 18 espectáculos. Todos han cumplido el objetivo que me marqué: que hubiera una gran variedad y que la gente pueda seleccionar y elegir distintas propuestas artísticas. Por supuesto, los he visto todos (risas).

¿Qué proceso sigue para elegir un proyecto que producir?

Hay muchas posibilidades: que tenga una idea y la plantee a un equipo artístico o que un actor o un director me traigan un proyecto o me encarguen hacer la producción ejecutiva de un espectáculo. Normalmente procuro potenciarlo yo.

¿Qué ha de tener ese proyecto?

Sobre todo que la historia que vamos a contar sea interesante, que aporte algo.

El buen productor tiene que...

Tiene que amar el trabajo que hace, tiene que creer en él y no pensar que puede hacer otras cosas en el sector, como ser actor o director. Yo quiero escuchar a los productores decir “amo mi profesión y le dedico todos los días del año a trabajar en los proyectos que creo”.

Su primer contacto con el teatro...

Con 15 años fundé un taller de teatro en el País Vasco y comenzamos a programar en el teatro de mi pueblo, Ermua.

Hace casi tres décadas que fundó Pentación. ¿Cómo ha visto cambiar el teatro en estos años? Ha vivido lo que este país, lo bueno, lo malo, la crisis, las épocas gloriosas, el esplendor, la decadencia...

Y así han sido los espectáculos que he producido también.

Ha producido más de 150 espectáculos. ¿Un momento especial?

Hace dos años me dieron el premio al productor que más autores españoles vivos había montado.

¿Qué nos depara esta temporada en Madrid?

Nos depara alguna que otra sorpresa. También espero que tengamos alguna buena noticia y el Gobierno, sea cual sea, anuncie la bajada del IVA cultural.