Revista teatros

 La Organización Mundial de la Salud estima que el 35% de las mujeres han sufrido violencia física y/o sexual. Una realidad que cuenta con capítulos como el narrado por Susana Torres Molina, una autora capaz de retratar con crudeza y detalle la vulnera-bilidad que el sexo femenino vive en su día a día. Jesús Cracio dirige a Cecilia Sarli y Manuel Domínguez en este thriller dramático donde la violación de la dignidad conduce a un juego de superviviencia.

¿Qué nos propone “Mírame”?

Una obra que habla sobre un acoso sexual con un añadido, que es el chantaje con imágenes por internet.

¿Qué sensaciones se van a palpar en este drama?

El espectador va a ver reflejado todo eso de lo que ha oído hablar muchas veces en el telediario, en los periódicos, etc, va a ver por dentro cómo se llega a esta extorsión. Lo va a palpar porque va a ver cómo el violador lleva a su víctima a un sótano y allí le hace chantaje. Creo que es algo novedoso en teatro. En el cine ya se ha visto mucho este tipo de tema, pero no en teatro, de ahí el interés de llevarlo adelante.

¿En qué consiste la “sextorsión” que veremos en escena?

En el chantaje cibernético, el chantaje que se hace por medio de la expansión de imágenes por internet.

¿Cómo son estos dos personajes individualmente?

Ella es una ejecutiva de alto rango de una empresa multinacional que está ocupando un rol digamos ‘de hombre’ en la cabeza del violador. Él trabaja en la misma empresa, pero es un ‘currito’, uno que le da al ordenador a diario. Ella, lógicamente, desde su posición de alta ejecutiva con su puntito de trepa sin escrúpulos, jamás había reparado en él. Él es un hombre normal, como los que nos encontramos en la calle a diario, como esos de los que se habla en los telediarios cuando salen vecinos diciendo “¡ay! pues era muy normal”. Él estaba obsesionado con esa mujer y más cuando le despiden del trabajo...

Así pues, no se trata meramente de un tema sexual...

Efectivamente. No es solo una cuestión de atractivo y obsesión por ella, también están los recortes salariales, los ERE… cómo influye todo eso en la personalidad de un ser, esos ataques que nos están metiendo por todos lados. Recoge un todo de cómo está la sociedad en estos momentos.

¿Cómo ha querido enfocar la dirección de esta pieza?

La obra en papel es muy cruda y realista. Yo he intentado ser fiel al autor, pero también he intentado dar un punto de ensoñación en algunos momentos, porque es tan crudo y tan real lo que se ve, que una de mis misiones es que vayan los espectadores. No lo cuento de una forma naturalista o realista, no. ¿Ha sido esto un sueño para ella, una pesadilla? Supongo que, para las personas que han padecido esto, quedará siempre como una pesadilla...

Todo apunta a que el espectador va a vivir momentos de verdadera tensión sin respiro...

Así es, porque tiene también ese punto de thriller policíaco de ¿qué va a pasar?, ¿saldrá o no saldrá?, ¿se escapará?, ¿qué quiere realmente él…? Yo creo que los 65 minutos que dura la función son todos de una tensión impactante, desde que entra ella arrastrándose por el suelo, hasta que termina.

¿Qué hace de “Mírame” una pieza imprescindible?

El tema, que es tan suma y desgraciadamente actual, que conviene saber por qué se dan estas cosas para no repetirlas. Y también para comprender a las personas que han sido violadas.