Revista teatros

 Aunque entre sus próximos proyectos hay un musical y un monólogo, dice que a Lope quiere volver pronto porque ¡es adictivo! Últimamente tiene un poco abandonada su faceta de actor, pero nos ha confesado que, a veces, siente envidia de estos jóvenes y le gustaría poder estar encima del escenario diciendo estos versos. Mientras continúa con su prolífica actividad como director de escena, esa que le ha valido el reconocimiento de la profesión y multitud de premios por trabajos como “El ventall de Lady Windermere”, “Las variaciones Goldberg”, “Klowns” o “Un matrimoni de Boston”.           

Pese a ser calificada de “comedia famosa”, usted ha dicho que no había oído hablar de esta obra. ¿Cómo llega a sus manos y por qué se decide a ponerla en pie?

Está claro que no es de los títulos de Lope que más se conocen. Pero, pese a que en la actualidad no forme parte de lo que sería el canon de la obra del autor, estoy seguro que en su estreno llegó a ser una "comedia famosa", porque maneja unos ingredientes que tanto entonces como ahora configuran una comedia destinada al éxito: romance, aventura, intriga, humor, poesía... y la mano maestra de Lope para mezclarlo todo. En cuanto a la elección, lo que viene primero es el encargo de Helena Pimenta de montar un espectáculo con la Joven Compañia Nacional de Teatro Clásico, a lo que respondo inmediatamente que sí. Después viene mi pregunta: "¿Qué título?" Y Helena contesta: "La cortesía de España" de Lope. Risas ante un título digamos que, por lo menos, "contundente".Advertencia de Helena: "Es ideal para la joven compañia, y veràs como te gusta..."

Se ha declarado profundamente enamorado de esta obra...

La leí de un tirón, cautivado por la vitalidad, el lirismo y la fuerza de Lope. Pasando de la risa a la emoción sin solución de continuidad. Desbordante de comicidad, sensibilidad y, sobre todo, sensualidad. ¡Sentí muchas ganas de meterme de cabeza en ella!

¿Qué es “La cortesía de España”, brevemente cómo la definiría?

Se ha convenido en calificarla como una "comedia urbana" sobre "el honor conyugal". Y es verdad, éste es el detonante de la historia: "el honor conyugal". Pero yo la definiría más como una comedia sentimental, un viaje iniciático a través de la aventura del querer, una "road movie" del Siglo de Oro.

¿Con qué Lope nos encontramos en “La cortesía de España”?

Con el más vital, el más jugueton, el más libre. En su vida personal, el propio Lope supo conciliar la contradicción entre la ortodoxia de sus convicciones sociales y religiosas con la libertad, la frescura e, incluso, la osadía con que vivió sus relaciones amorosas. Por eso su mirada sobre las a veces jocosas, a veces penosas vicisitudes amorosas de sus personajes está impregnada de una sana ironía y de una profunda comprensión.

¿De qué habla esta comedia, qué temas trata?

De lo positivo y lo negativo del amor, de la fuerza de la pasión, de atreverse a vivirla... Y los celos están en la base de todas las relaciones amorosas que plantea el texto; es como si Lope nos detallara un catálogo de celos. Y, aunque, por suerte, los tiempos han cambiado mucho, y las fuerzas de poder en las relaciones amorosas ya no están regidas por el machista, tremendista y absurdo código del honor que nos plantea la obra, en muchas cuestiones hay que convenir que no hemos evolucionado mucho.

¿Dónde ha querido poner el acento Josep Maria Mestres a la hora de montarla, cómo es su apuesta?

Don Juan de Silva, el caballero español protagonista de la obra, se compremete a proteger y honrar la virtud de Lucrécia, una joven italiana a la que ha rescatado de una terrible agresión, a mayor gloria de "la Cortesía española". Esta, en principio, loable intención se convertirà en un suplicio autoimpuesto, en una trampa fabricada por él mismo. Y así Don Juan de Silva, obedeciendo los ancestrales mandatos patrióticos y religiosos, que él asume como propios, se prohibe vivir su particular historia de amor, erigiéndose como el vivo ejemplo de la imposibilidad de ser feliz. Esta me parece una de las lecciones más bellas que nos ofrece Lope, y que, cuatrocientos años después, nos llega con nitidez y contundencia: ¡hay que atreverse a vivir!

En líneas generales, ¿cómo son los personajes, qué les mueve?

Al lado de esta historia central, que lo tiñe todo de una cierta comicidad melancólica y a veces incluso patética, hay un sinfín de historias de amor y celos, casi tantas como personajes tiene la comedia... A partir de ellos y de sus peripecias amorosas, Lope nos muestra lo bello y lo terrible de las relaciones amorosos, lo sublime y lo perverso. Hay una cierta inmadurez afectiva en casi todos los personajes, sobretodo en los masculinos; me imagino que se debe a que los esfuerzos titánicos por preservar su honor les impiden a veces concentrarse en otras cosas más importantes. Las mujeres, en cambio, pese a ser personajes más "pasivos" (por una cuestión histórica y sociológica) están en el centro de todas las tramas y lo están de manera mucho más libre de prejuicios. 

¿Por qué Lope es casi siempre la mejor opción para la Joven Compañía, qué le aportan los jóvenes?

Su juventud. Las comedias de Lope son vitales y optimistas, aunque nunca eludan el lado más oscuro del alma humana. Por otro lado, Lope dibuja magistralmente sus personajes; por pequeños que sean tienen una gran entidad, algo perfecto para que todos los actores de la compañía tengan un buen personaje donde hincar el diente.

De Lope han sido casi todas las obras de las promociones de la Joven Compañía. ¿Por qué “La cortesía de España” es un buen texto para la Joven Compañía de Teatro Clásico? ¿Qué le pueden aportar (o qué le están aportando) los jóvenes a este texto?

Su juventud, precisamente. Las comedias de Lope son eminentemente vitales y optimistas, aunque nunca eludan el lado más oscuro del alma humana. Por otro lado, Lope dibuja magistralmente sus personajes; por pequeños que sean, siempre tienen una gran entidad, algo perfecto para que todos los actores y actrices de la compañía tengan un buen personaje donde hincar el diente. Además, las características de "La Cortesía de España", la gran variedad de tramas, la convierten en una comedia "coral", perfecta para las caractísticas de esta "Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico".

¿Qué es o está siendo lo más complicado de este trabajo con gente joven y qué pensaba que iba a serlo y al final está saliendo rodado?

Nada. Hace tiempo que intento no preocuparme innecesariamente ni "sufrir" los problemas por adelantado (¡Aunque una cierta previsión siempre ayuda!) Bromas aparte, es evidente que a priori todos los trabajos presentan una cierta dificultad, ya sea por las características del texto o de la compañía... pero aquí uno y otra casan como anillo al dedo. Hay que aclarar también que la compañia ha llegado al primer día de ensayo con una cuidada preparación, fruto de un año previo con su anterior montaje, además del trabajo que han desarrollado durante más de dos meses en los talleres preparatorios y previos al inicio de los ensayos. Así, además de trabajar técnicas corporales y de interpretación, se han ejercitado intensamente en verso, prosodia, elocución, figuras retóricas...

Visto desde fuera uno piensa en el verso y… ¿Cómo llegan los chicos a ese primer día de trabajo con el verso? ¿Asustados?

En absoluto. Llegan con el texto aprendido y sin ningún miedo. Ellos estan ya familiarizados con el material: con las formas versales, con la rítmica, las sinalefas, los versos compartidos... A partir de aquí el trabajo consiste en "aprehender" los versos, en interiorizarlos, en convertir esta maravillosa lírica literária en lírica emocional y escénica. Y es esto estamos: ¡y disfrutándolo mucho!

Su experiencia como actor le ayuda a ponerse en la piel del dirigido. ¿Qué consejos les da a los jóvenes?

A veces les envidio secretamente: ¡cómo me gustaría poder decir estos versos en un escenario! ¿Consejos? Leer, trabajar y observar la vida para poder encarnarla, pero no olvidarse de vivirla. Saber escuchar, cuestionar, no tener prejuicios... Y otra vez leer mucho –a los clásicos, sobre todo–.

¿Cómo ve nuestro teatro clásico?

Si queremos avanzar, si no queremos seguir comentiendo errores, si queremos ser mejores seres humanos, debemos saber de dónde venimos, quiénes somos y qué nos ocurre. Y esto nadie nos lo va a contar mejor que nuestros clásicos. ¡Y cómo nos lo cuentan! Ellos están siempre de moda. Y cada vez más vivos.

¿Josep Maria Mestres es más director o actor? ¿Qué le aporta cada una de las facetas?

Tengo que confesar que últimamente tengo un poco abandonada mi faceta de actor... Pero la echo mucho de menos, no te creas. De vez en cuando necesito ponerme a prueba, comprobar que el motor, aunque esté un poco desengrasado, continua funcionando... El hecho de tener formación de actor me ayuda enormemente a la hora de dirigir un espectáculo, porqué sé que estoy trabajando con compañeros, con profesionales cuyas preocupaciones, ansias, anhelos, neurosis, alegrías.. conozco muy bien, no me son ajenas en absoluto. 

¿Qué autor moriría por montar?

Chéjov. Le tengo muchas ganas. Tiene un poder casi balsámico y te hace comprender y querer un poco más a tus semejantes. Sus palabras te ‘tocan’ aunque no quieras. Y eso desde la más absoluta sencillez. También le tengo muchas ganas a Calderón, a Molière, a Ibsen, a Bertold Brecht, a Jardiel Poncela, a Tennessee Williams... Y siempre a Shakespeare.

¿Qué actor o actriz que haya visto hace poco le ha sorprendido más y por qué?

El otro día via a Carmen Machi interpretando a Fabia en "El caballero de Olmedo" ...¡Y sólo había ensayado diez días! Carmen convierte lo difícil en sencillo. En su interpretación nunca ves las "costuras" de su trabajo. Y doy fe de que lo hay, y mucho, ya que la he dirigido en varias ocasiones. Carmen es grandeza y humildad a partes iguales. Y nunca da una nota falsa. Un ejemplo para las jóvenes generaciones.

Aparte de este Lope, ¿tiene algún proyecto entre manos que se pueda contar?

Varios, pero no puedo hablar de ellos hasta que los teatros anuncien sus temporadas. Sí puedo decir que entre los proyectos hay un musical y un monólogo. Pero a Lope quiero volver muy pronto: ¡es adictivo!