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Juan Carlos Vellido

Publicado el 31 de Agosto de 2015

Juan Carlos Vellido

Obra: Bajo terapia

 Es una gran comedia inteligente que hace malabarismos con el drama.

 

Le pasan el texto, lo lee, lo cierra… ¿Qué fue lo primero que se le pasó entonces por la cabeza?

Quiero hacerlo… Si el solo hecho de trabajar a las órdenes de Veronese ya era en sí mismo un estímulo, después de leer el texto aún más.


¿Cómo definiría en un titular qué es “Bajo terapia”?

Es una gran comedia inteligente que hace malabarismos con el drama.


¿De qué habla la obra, cuáles son los grandes temas que se esconden tras este texto de Matías del Federico?

Habla de relaciones de pareja, de cómo engañamos, manipulamos y callamos a la hora de amar a alguien. Y de cómo somos capaces de adaptarnos a relaciones infelices en nombre de la felicidad.


¿Quién es su personaje y cómo es, cómo lo definiría?

Mi personajes se llama Roberto, y es un hombre de ideas fijas, que apenas se hace preguntas porque su vida se basa en las certezas, para el que el simple hecho de ser hombre lo coloca por encima de cualquier mujer.


¿Quién es la pareja de su personaje y cómo es su relación, a qué grandes problemas se enfrentan?

Mi mujer se llama Marta, y tengo una relación de amor dominante pero muy protectora con ella y con mi hijo. Marta intentó suicidarse y ha tenido problemas con el alcohol, y desde entonces hace terapia.


¿Qué es lo mejor y lo peor de su personaje?

Lo cierto es que todavía lo estoy descubriendo, pero desde luego no quiero juzgarlo desde ese punto de vista de malos y buenos, quiero entenderlo como ser humano.


¿Qué ocurre durante esa sesión (que se pueda contar) y cómo cambia a los personajes?

Es difícil contar algo sin desvelar aspectos que es mejor no saber como público, pero sin duda que esta terapia de grupo los va a llevar a extremos que les obligará a desnudarse emocionalmente y eso siempre produce cambios.


Si le digo Daniel Veronese, ¿qué es lo primero que se le viene a la mente? ¿Cómo nos lo definiría, cómo es trabajar con él?

Lo primero que me viene a la mente es el primer espectáculo dirigido por él que ví. Era “Un hombre que se ahoga”, una versión de “Las tres hermanas” de Chéjov, que me dejó maravillado por la propuesta escénica y por el nivel de los actores argentinos. Aquel día pensé que ese es el teatro que quería hacer, y que algún día me gustaría trabajar con él.  Daniel es muy tranquilo, muy pausado, y con un conocimiento de las situaciones y de los personajes que te facilita todos los tránsitos en escena. Y poco más puedo añadir porque llevamos tan solo tres días trabajando con él.


¿Qué nos va a servir de esta comedia a los espectadores? ¿Vamos a aprender algo? ¿Habría una moraleja en toda esta historia?

Creo que cuando te enfrentas a textos bien escritos e inteligentes siempre te enriquece como espectador, porque te lleva a identificarte con los personajes y a preguntarte cómo es uno mismo, cómo viviría esas situaciones si él mismo estuviera en ellas. Respecto a las moralejas solo puedo decir que no me gustan.


¿Cuáles son para usted las claves básicas que han de existir en una pareja y cuáles las que no habría que saltarse nunca?

Sin duda creo que el respeto y la admiración por el otro son básicos para tener una relación sana y feliz. Y a partir de ahí, tener una comunicación fluida y sincera para no guardar resentimientos, no intentar cambiar a la persona de la que te enamoraste, y ser capaz de confiar para poder compartir.


Personalmente, ¿qué está siendo lo más bonito de este viaje?

Por ahora lo más bonito es descubrir unos compañeros con los que no había trabajado y tener la sensación de confianza inmediata con ellos, y sentir que los seis vamos de la mano. Y por supuesto, ir descubriendo a este Roberto, tan lleno de capas y secretos.


¿Por qué no podemos perdernos esta obra?

Porque es una comedia inteligente, ágil, y llena de verdad, y que sin duda dará que hablar y pensar a la gente cuando salgan del teatro.

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