Revista teatros

 Enfundada en un mono dorado, luciendo cardados y plataformas ochenteras, Miriam Díaz-Aroca se ha convertido en Gabi, la dueña de esta loca peluquería que trae de cabeza al off madrileño. Tras su éxito en la peluquería ‘Cortacabeza’, donde se gestó, y en el Teatro Príncipe, donde creció el verano pasado, esta comedia negra escrita y dirigida por JuanMa F. Pina ha estrenado su tercera temporada en el T. Lara llena de sorpresas.

Dicen que esta es una comedia de balas, calaveras y pelucas. ¿Hay que echarle mucho valor para entrar en esta peluquería? ¿O para salir de ella?

Hay que tener valor para no ir y perderse esta sorprendente experiencia no apta para indecisos y conformistas.

¿Cómo se une a este proyecto, qué tenía para decirle sí?

Un texto brillante, un concepto teatral cautivador, una Gabi -mi personaje- arrolladora y un equipo artístico de alto voltaje.

¿Había visto la obra antes de participar en ella? ¿Qué le pareció y cómo la han recibido?

Por un amigo común y mi infalible intuición. Destaco la infinita generosidad de mis compañeros durante los ensayos: yo me subía a un tren en marcha y saltaba sin red

Candidatos a Mejor autoría revelación en los Premios Max. ¿Cuáles diría que son los ingredientes del éxito del texto de JuanMa F. Pina?

Talento singular, creatividad incesante, visionario, provocador.

“¿Por qué intentamos alisar nuestro futuro cortando solo las puntas?” Es una de las preguntas a las que pretende contestar esta obra. Imagino que es mucho más que una comedia para pasar el rato. ¿Qué grandes temas o qué grandes lecciones se esconden detrás de esta trama?

Supervivencia, pasión por la verdad y la vida, a pesar de la muerte, de esa muerte causada por la traición y la mentira que quiebran el corazón y el alma. Ella resiste para poder existir, a cualquier precio. De esto Gabi sabe mucho.

De ser una esposa ‘insatisfecha’ pasa a ser la dueña de la peluquería Cortacabeza. Háblenos de su personaje, ¿quién y cómo es Gabriela?

Firme y vulnerable, protectora, resolutiva, maestra de la ironía, corredora de fondo, soberana de su vida. ¡La adoro!

¿Qué tienen en común y en qué no se parecen nada Gabriela y Miriam?

Con quince años trabajé en una peluquería. Me encanta peinar, cortar, teñir… El mundo peluca me chifla. Gabi y yo tenemos muchos valores en común: fortaleza, fidelidad, espíritu guerrero… Para ambas, todo lo que no suma, desaparece. Gabi sonríe poco. Yo no dejo de hacerlo. La risa es mi oxígeno.

¿Cuál es la mejor frase que dice su personaje a lo largo de la obra o la que a usted más le gusta?

“Lo normal” Para entender este frase hay que ver la función. ¡Se siente!

¿Nos presenta brevemente con una frase o un par de adjetivos a cada uno del resto de personajes?

Fer –Mario Alberto Díez–, delicioso, obsesivo. Su sufrimiento continuo hace brillar la comedia. Lucas –Álex Larumbe–, atolondrado, ruidoso, pasional, ingenuo, torpe y tierno. Verónica –Danai Querol–, valiente, controladora, capitana de su mente, no de su corazón. Los tres doblan personajes y las transformaciones son de impacto. ¡Bravo compis!

Una de las ‘moralejas’ que nos enseña la obra es que es fácil enterrar el pasado pero muy complicado que este permanezca inmóvil. ¿Qué cosas de su pasado o de su presente enterraría Miriam Díaz-Aroca en los sótanos de esta peluquería?

Sin duda. Todos los miedos y mentiras del ego y el orgullo que impiden ser verdaderamente libre.

Trabajando en cine, TV, teatro… habrá pasado por cientos de peluqueros. ¿Cuál ha sido la cosa más surrealista que le ha pasado a usted en una peluquería?

De jovencita, en un certamen de peluquería. Mi melena por unas pesetas. Entré “princesa” y salí “trovador”. ¡Cuánto lloré!

A la hora de trabajar, ¿qué máxima sigue a pies juntillas?

Rigor, entrega y disfrute. Jugar para contagiar.

Los tres pilares de su vida son…

La verdad y los huevos fritos.

Si la tuviera delante, ¿qué le diría la Miriam de hoy a la Miriam jovencita que empezaba? ¿Le daría algún consejo?

“Sigue así. No te acomodes, ni te conformes. Buen trabajo, Aroca” ¡Y unas cervecitas para celebrarlo!

¿Qué planes tiene para el verano?

Este verano y siempre: seguir coleccionando risas en mi vida personal y profesional.

Para finalizar, no debemos perdernos esta obra porque…

Porque no somos normales… y eso distingue, deja huella.