Revista teatros

¿De qué se compone este cóctel llamado “Más apellidos vascos”?

De humor del nuestro y mucho amor.

Sus personajes son...

¡A cada cual más divertido!

¿Qué le hizo decidirse por este proyecto teatral?

Me atrajo el proyecto en sí, porque creo que llama mucho la atención. Y lo más importante para decidirme fue el equipo. Se produjo magia desde el primer encuentro. Y más después de haber hecho ya tres montajes con Gabriel Olivares. Confío plenamente en él.

Estamos ante una de las adaptaciones teatrales más esperadas por el público. El proceso ha tenido que ser muy divertido... ¿Qué ha pasado en los ensayos?

¡¡¡Que tenemos que parar constantemente porque nos morimos de risa trabajando!!! Y eso es muy buena señal.

Un momentazo teatral para usted fue...

Trabajar con Nuria Espert en “La Casa de Bernarda Alba”. Es una gran mujer de la que uno puede aprender muchísimo.

¿Qué deseo le ha pedido al recién estrenado año?

Que se empieze a considerar por parte de los poderes públicos el mundo de las artes escénicas como lo que son, un bien cultural de interés público y creador de empleo.