Publicado el 02 de Octubre de 2013
Roberto Enríquez
Obra: Doña Perfecta
“Pepe Rey y yo tenemos algo de ‘quijotesco’, somos muy de luchar por causas perdidas”
Tiene una de las caras más populares de la escena y nos faltan dedos de la mano para enumerar sus nominaciones en los Max y Unión de actores, sin embargo, nos asegura que hacer un sin fin de personajes maravillosos ha sido y será el mejor premio de su carrera. Roberto recoge el testigo de Israel Elejalde y se suma al elenco de “Doña Perfecta”, la obra más polémica de Benito Pérez Galdós. Desde el 11 de octubre en el Teatro María Guerrero.
• Galdós sella su obra diciendo: “Esto es todo cuanto puede decirse de las personas que parecen buenas y no lo son”. ¿A qué se refería?
¡Igual habría que preguntarle a él! (risas). Pero pienso que se refiería a esa sociedad curtida en la hipocresía de Orbajosa, extensible a cualquiera, que mata a fuego lento con sonrisas, como le dice Pepe Rey a Doña Perfecta.
• Pepe Rey es ‘el bueno de la película’, pero ¿son los buenos tan buenos y los malos tan malos?
No exactamente. Pepe Rey rey llega con sus valores, pero cuando lidia con esa fuerza que le extorsiona, que le ningunea, que le ataca, se revuelve y acaba siendo tan mezquino como ellos.
• ¿Qué tiene en común Roberto Enríquez con su personaje?
¡Bastantes cosas! (risas). Intento que mis valores sean lo más progresistas y liberales posible y también tengo un fuerte sentido anticlerical, por lo menos en lo que se refiere a la institución. ¡Los dos fumamos y nos arrepentimos de ser fumadores…! (risas).Y, además, hay algo de ‘quijotesco’ en los dos, yo también soy muy de luchar por causas perdidas.
• ¿Qué le transmite la gran Lola Casamayor sobre las tablas?
Me gusta mucho porque tiene algo muy potente en su voz, en su instrumento físico, pero también en su alma. Yo llegué para una sustitución y he sentido el apoyo de todos ellos, me han acogido y mimado. Ha sido un placer.
• La Unión de actores le ha concedido la estatuilla al mejor actor protagonista de TV en 2011 y 2013, por “La Señora” e “Hispania”. ¿Cómo se siente uno al ser tan valorado por sus propios compañeros?
¡Es una pasada! Y una completa sorpresa. Sentir el cariño y el respeto de tus compañeros es algo muy bonito. Pero todo esto hay que ponerlo en cuarentena porque nunca se sabe qué tanto por ciento hay de merecimiento y qué tanto de cariño. Todo está en el mismo paquete, los premios siempre son relativos...
• ¿A quién se lo habría concedido usted en la misma categoría femenina?
Desde Ana Wagener, que es amiga mía, hasta Ángela Cremonte. Hacen un trabajo maravilloso.
• Si retrocedemos 19 años en el tiempo, al inicio de su popularidad, le encontramos en la teleserie “Colegio Mayor”, junto a grandes nombres como Antonio Resines, Achero Mañas o Cayetana Gillén Cuervo. ¿Cómo recuerda aquella etapa?
¡Con muchísimo cariño! Aunque, cuando veo alguna imagen de aquello, me horroriza verme tan zangolotino (risas). Yo llegué a mi aventura de ser actor en Madrid con 21 añitos. Venía de Valladolid y empecéí a hacer teatro con la fortuna de trabajar cinco años con el Centro Dramático Nacional a las órdenes de José Carlos Plaza y, de repente, se presentó esta oportunidad. Fue algo muy divertido, muy loco y un motor para nuestras carreras. Con Carola Manzanares, Achero Mañas o Ernesto Alterio, entre otros muchos, hice muy buena amistad y nos da alegría cuando nos volvemos a encontrar.
• Aparte del teatro María Guerrero, ¿en qué otro sitio podremos verle esta temporada?
En la serie de TV “Isabel”. Hago del Sultán de Granada, un personaje muy interesante. Rodar en La Alhambra ha sido una experiencia increíble.