Revista teatros

 Carmen es el símbolo de la mujer que apasiona, sublima y embarga. Más de un millón de personas se han dejado hechizar por su baile, una hipnosis llena de pasión y del arte flamenco más honesto. Y en este derroche de arte, un nombre propio: Sara Lezana. La coreógrafa y directora artística del Ballet Flamenco de Madrid celebra más de 2.000 representaciones de un éxito que vuelve a llenar de embrujo las tablas de la capital.

• Alcanzar ocho temporadas de éxito no lo consigue cualquiera. ¿Dónde está el secreto de “Carmen”?

En hacer las cosas con pasión, honestidad y en no confundir las fusiones y confusiones. La gente quiere ver un espectáculo que se entienda y les haga pasar un rato agradable.

• ¿Vamos a encontrar alguna novedad?

La novedad es que la gente, a pesar de todas las adversidades que sufrimos actualmente en la cultura, sigue viniendo a vernos al teatro. ¡La Carmen es un espectáculo referente en Madrid!

• ¿Cómo definiría a la musa de Bizet?

Una mujer atemporal que está siempre de actualidad aunque hayan pasado 100 años.

• Hace un año charlamos con Luciano Ruiz, quien la definió como “un orgullo y una cátedra de la danza y el flamenco”. ¿Qué opina de su labor en el BFM?

Que es el único productor que hace las cosas midiendo muy bien todo y, a pesar de que los tiempos no podrían ser más negros, sigue con los tres grupos de la compañía representando a España por todo el mundo. ¡A éste sí que le tendríamos que dar el premio al tesón y la constancia y no a los ‘frikis’!

• ¿Qué siente Sara Lezana cuando representa la famosa escena de la muerte de Carmen?

Lo mismo que en todos los escenarios del mundo: mucha pasión por la danza. En este momento me encuentro lesionada y no estoy haciendo la parte de Carmen por la que me caracterizo, pero seguiré ofreciendo mi arte siempre que pueda.

• Noelia Casas e Iván Gallego son dos grandes pilares de este montaje. ¿Qué es lo más destacable de ellos?

Que son unos solistas fantásticos y siempre están dando lo mejor de sí.

• Si retrocedemos medio siglo en el tiempo, nos encontramos a una jovencísima Sara Lezana triunfando en el cine con “Los Tarantos”. ¿Cómo vivió esos inicios?

Con mucha ilusión y recuerdos de mis compañeros maravillosos, como fueron la gran Carmen Amaya y Antonio Gades, entre otros muchos, que hicieron conmigo la película en Barcelona durante más de tres meses.

• ¿Le gustaría regresar a la gran pantalla?

No. En este momento estoy muy tranquila con la dirección artística del Ballet Flamenco de Madrid. El tiempo del cine ya pasó. Tendrían que hacer una historia seria para que yo me interesara en un papel.

• Al margen de la danza y el flamenco, ¿cuáles son sus otras grandes pasiones?

Yo soy una persona que, a lo largo de mi carrera, he tenido la suerte de leer y aprender sobre el arte español. La pintura, la poesía y, en general, la literatura es donde gasto mi tiempo libre.

• El mayor acierto de su vida personal ha sido:

Hacer en todo momento lo que me ha apetecido sin saber ni haber sufrido la presión de nada ni nadie. Me gusta actuar de manera libre y sincera.

• ¿Qué es lo más emocionante que le ha dicho un fan?

Recuerdo uno que me dijo: “Sara, eres como el buen vino. Cuantos más años pasan, más arte y más belleza tienes”.