Publicado el 28 de Febrero de 2015
Sergio Peris-Mencheta
Obra: Enrique VIII
Por primera vez siento que hago lo que me late por dentro. Gano menos, pero soy más feliz
“Viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela”. Como la canción del pirata de Espronceda se mueve Sergio Peris-Mencheta por la profesión. Tras impecables trabajos como actor y director que le han valido el aplauso unánime de crítica y público –“Un trozo invisible de este mundo”, “Continuidad de los parques”, “Isabel” o “Julio César”–, debuta ahora, con los nervios a flor de piel, en la CNTC.
Debuta en la CNTC. ¿Qué tal esos nervios? ¿Qué significa este debut?
De nervios voy bien servido. Al principio era saldar una cuenta pendiente, ahora está siendo un disfrute y me huelo que mañana será un sueño hecho realidad.
El titular de esta obra sería...
¿Qué sucede cuando la máxima institución del Estado antepone sus deseos o intereses a los de su nación? ¿Te suena de algo?
¿Qué puede ofrecernos en pleno s. XXI un texto escrito hace casi 400 años?
Suena a perogrullada, pero un clásico es un clásico porque el reflejo de lo humano perdura a pesar del paso del tiempo. Seguimos tropezando con la misma piedra.
¿Cómo es Enrique VIII?
No me gusta a estas alturas del proceso enmarcar al personaje con palabras, porque entre otras cosas, las palabras acotan las posibilidades, y racionalizan todo. Y la razón, en mi caso, es enemigo de la creación. Además es que aunque quisiera, no soy capaz de hacerlo. Y además, así vienes a verlo.
Díganos, entonces, su mejor frase...
“… que las pasiones del alma / no las gobierna el poder”.
¿Qué admira y qué detesta de él?
Admiro muchas cosas. Por ejemplo, me soprende su fragilidad. No detesto nada.
¿Quién sería un buen ejemplo de Enrique VIII hoy?
Ya quisieran los gobernantes de ahora llegarle a la suela de los zapatos a éste.
¿A quién mandaría urgentemente a ver esta obra?
A todo el Gobierno y buena parte de la oposición.
¿Qué le diría hoy al muchacho que comenzaba en “Al salir de clase”?
No le diría nada. Este es el resultado de aquel. Y creo que los dos estamos orgullosos el uno del otro.
La crítica y el público rendido a sus trabajos como actor y director, Premio Ercilla de Teatro y nominado al Premio Unión de Actores. ¿Cómo mantiene el ego a raya?
Disfruto con lo que hago. Por primera vez en mi vida siento que hago, auténticamente, lo que me late por dentro. Gano menos, pero soy más feliz. Y con este plan, el ego no pinta nada. Para mí ahora mismo hacer una película en Hollywood, significa que a lo mejor me será más fácil cumplir mis sueños teatreros inconfesables.
¿Cuál es el papel por el que mataría y que aún no le han ofrecido?
Estoy muy contento con todo lo que me han ofrecido. “Ahora” es lo único que existe. Y “ahora” mato por Enrique.
Y no haría ni muerto...
No haría nada que dibuje una realidad que no comparto, sea el papel que sea.
¿Algún otro proyecto entre manos?
Como director muchos. Solo dependo de que me den luz verde a las propuestas que hemos lanzado desde Barco Pirata P. T., mi productora teatral. Como actor estoy pendiente de varios estrenos de cine...